En su nuevo equipo se sintió una estrella de rock cuando fue fichado; mientras que en la Academia sufrió un “ninguneo” por parte de los hinchas.
En julio de 2021, Racing Club fichó a un jugador de presunta jerarquía de cara al segundo semestre de la temporada, en donde el equipo dirigido tácticamente por Juan Antonio Pizzi debía afrontar las rondas eliminatorias de la Conmebol Libertadores y la Liga Profesional de Fútbol. Este delantero llegó en silencio y con un perfil bajo, por lo que estuvo lejos de ser recibido como un fichaje estrella cuando pisó Avellaneda.
De hecho, si repasamos sus números en su campaña anterior, no lo había hecho nada bien: venía de anotar 1 sólo gol en 28 partidos con la camiseta del Atlas de México. Esto, evidentemente, generó cierta confusión en los hinchas de la Academia, quienes esperaban el arribo de otro tipo de atacante. Su paso por el club no fue nada malo: marcó 14 dianas en 41 compromisos, pero a mediados de 2022 finalizó su préstamo y se marchó.
La confesión de Javier Correa sobre su paso por Racing

Estamos haciendo referencia a Javier Correa, como ya algunos fanáticos habrán notado. El delantero de 31 años, que actualmente es titular indiscutido en Colo Colo, gigante de Chile, pasó sin pena ni gloria por Racing Club. Posteriormente, tuvo la oportunidad de destacarse en Estudiantes de La Plata, equipo con el que fue campeón y dejó un grato recuerdo en los hinchas. Aún así, ni en la Academia ni en el León tuvo el recibimiento esperado.
Esto lo confesó en una entrevista con En Cancha, medio trasandino. En julio de este 2024, el Cacique compró su ficha para disputar la fase final de la Copa Libertadores y, teniendo en cuenta lo bueno que había sido su reciente ciclo en el Pincha, la gente lo amó desde un principio. Esto le ha servido para darse cuenta la diferencia con la que fue tratado por las diferentes hinchadas…

“Cuando llegué al aeropuerto (de Santiago de Chile) parece que había arribado una estrella de rock. Lleno de gente, periodistas y a mí nunca me había tocado vivir algo así, porque yo vengo de abajo y todo era nuevo. Me tocó ir a clubes grandes, y no sé si ningunear es la palabra, pero no me dieron tanta bola porque no era de nombre. Por ejemplo, en Racing no me estaba esperando nadie. En Estudiantes, equipo grande, cuatro Libertadores, fui un jugador más también”, reconoció el cordobés.
Más adelante, agregó detalles sobre lo que implica defender la camiseta de un gigante como Colo Colo: “Gente me esperaba en el aeropuerto para pedirme autógrafos y fotos. Después, el equipo va a Calama y hay 10 mil personas; te vas a Puerto Montt, y lo mismo. Imagínate que los hoteles tienen que hacer una seguridad especial cada vez que vamos nosotros, y ya hay varios que no nos quieren alojar más, ja. Es genial lo que pasa, vivirlo de dentro es muy lindo. Ya no me asusta, pero los primeros días sí. No puedo hablar de cómo es en otros clubes, pero lo de acá me sorprende. Eso, obviamente, te traspasa una responsabilidad importante de comportarte bien siempre en todos lados, fijarte lo que haces si sales a comer, cosas así. Tienes que ser un ejemplo y hay que cuidar la imagen 24/7″.