Luego de 36 años, Perú volvió a un Mundial de fútbol, por eso, te contamos cuál fue el valor de Paolo Guerrero en el Mundial de Rusia 2018.
En la historia del fútbol, algunos jugadores trascienden las estadísticas y se convierten en auténticos héroes nacionales. Paolo Guerrero, el máximo goleador de la selección peruana, personifica este concepto de manera excepcional. Con 39 tantos en 106 partidos, su influencia va más allá de las cifras, dejando una huella imborrable en el corazón de los peruanos y en la memoria del Mundial de Rusia 2018.
A sus 39 años, Guerrero no solo es un delantero letal frente al arco, sino también el líder indiscutible de un equipo que regresó a la cita mundialista después de 36 largos años. Su papel no se limitó a ser el goleador, sino que fungió como el alma y la inspiración de una Blanquirroja que buscaba dejar una marca perdurable en la historia del fútbol peruano.
Un héroe nacional que superó la adversidad
El viaje de Guerrero hacia Rusia estuvo marcado por la adversidad. Una sanción por dopaje impuesta por la FIFA amenazaba con dejar al goleador fuera del torneo. Sin embargo, Guerrero no se rindió. Una medida cautelar del Tribunal Federal Suizo le permitió participar, convirtiéndolo en un héroe nacional que superó obstáculos para representar a nuestro país en la máxima competición futbolística.
Durante el Mundial, Guerrero no solo demostró su valía como goleador, sino también su capacidad para influir en el juego y levantar el ánimo de sus compañeros. Jugó tres partidos, dos de ellos como titular y uno como suplente, anotando un gol y brindando una asistencia. Aunque Perú no logró avanzar más allá de la fase de grupos, la actuación de Guerrero fue digna, dejando claro que su impacto va más allá de los resultados.
Un goleador que marcó la diferencia
Los números de Guerrero en Rusia 2018 son reveladores de su importancia para el equipo. Fue el jugador que más disparó a puerta por partido (1.7), el máximo goleador por partido (0.3), y el líder en asistencias por partido (0.3). Además, su movilidad y búsqueda constante del espacio se reflejaron en ser el jugador que más faltas recibió por partido (0.7) y el que más veces estuvo en fuera de juego por partido (1.0).
Pero Guerrero no se limitó al aspecto ofensivo; su contribución se extendió al juego defensivo. Fue el líder en duelos aéreos ganados por partido (3.0), despejes por partido (1.0) y posesiones recuperadas por partido (0.3). Su habilidad para trabajar en ambos extremos del campo resalta su versatilidad y compromiso con el equipo.
En 2018, su valor de mercado era de 3 millones de euros, una cifra modesta considerando su trayectoria y prestigio. El ‘Depredador’, ídolo en el Corinthians de Brasil, decidió cambiar de aires tras el fin de su contrato en agosto de ese año. Su destino fue el Internacional de Porto Alegre, que reconoció su valía al firmar un contrato de tres temporadas con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros. Este paso no sólo subrayó su impacto en el fútbol sudamericano, sino también su capacidad para liderar en cualquier contexto.
Un líder que sigue haciendo historia
Paolo Guerrero trasciende las fronteras del fútbol y se erige como un ejemplo de superación, compromiso y amor por la camiseta. Su valor no se mide únicamente en goles y asistencias, sino en la inspiración que proporciona a sus compañeros y a todo un país. Guerrero es un guerrero que no se rinde, que supera las adversidades y sigue escribiendo capítulos en la historia del fútbol peruano y sudamericano.
En un deporte que a menudo se reduce a números y resultados, la historia de Paolo Guerrero en el Mundial de Rusia 2018 nos recuerda que el verdadero valor de un jugador va más allá de las estadísticas; reside en su capacidad para inspirar, liderar y dejar una marca imborrable en la memoria colectiva del fútbol.
