La noche en la Copa Libertadores entre Sporting Cristal y Always Ready se vio empañada por la tensión y polémica entre los entrenadores Moreira y Villegas, ¿qué se dijeron?
El partido de vuelta entre Sporting Cristal y Always Ready por la Fase 2 de la Copa Libertadores estuvo marcado por la polémica y la tensión entre los entrenadores de ambos equipos, Enderson Moreira y Óscar Villegas, quienes protagonizaron varios altercados verbales y gestuales durante el encuentro.
El primer episodio se dio al minuto 39, cuando el árbitro detuvo el juego por una falta de Irven Ávila sobre Darlín Rodríguez, quien exageró el contacto. Moreira reclamó airadamente al juez principal por el cobro, mientras que Villegas le respondió desde el banquillo de Always Ready.
Dos minutos después, se desató una trifulca entre los jugadores de ambos equipos, luego de que Yoshimar Yotún empujara a un miembro del cuerpo técnico del equipo boliviano, quien estaba cerca de la línea de banda. El peruano fue amonestado por su acción, al igual que Gustavo Cazzonati, quien cometió una dura entrada contra Robson Matheus.

Enderson Moreira vs. Óscar Villegas
La discusión entre los técnicos se reanudó al final del primer tiempo, cuando Moreira le reclamó al árbitro por los constantes cortes de los bolivianos, quienes buscaban enfriar el partido y mantener la ventaja de seis goles en el global. Villegas no se quedó callado y le replicó fuertemente al brasileño, generando un cruce de palabras que se prolongó hasta el inicio del segundo tiempo.
En el minuto 48, ambos entrenadores volvieron a enfrentarse, esta vez con gestos extraños y desafiantes, que evidenciaron la falta de respeto y la rivalidad entre ellos. El clima se caldeó aún más cuando Renato Solís se impacientó por la actitud de Dorny Romero, quien se tiró al campo de juego para ganar tiempo. El arquero de Cristal le pidió que se levantara y que jugara, lo que provocó una nueva discusión entre los futbolistas.
El partido terminó con un triunfo de Cristal por 3-1, insuficiente para revertir el 4-7 en el global, que clasificó a Always Ready a la siguiente fase de la Copa Libertadores. Sin embargo, el resultado quedó opacado por el duelo de palabras entre los técnicos, quienes mostraron una actitud antideportiva y poco profesional, que empañó el espectáculo futbolístico.