Con un salario anual de más de $1.8 millones y una carrera llena de éxitos, Gianluca Lapadula no solo brilla en el campo, sino también en su faceta empresarial.
Con una carrera en lo más alto, Gianluca Lapadula amasó una considerable fortuna con su talento dentro y fuera de las canchas. Desde sus inicios en el fútbol italiano hasta convertirse en una pieza clave de la selección peruana, el delantero ítalo-peruano logró destacar tanto por su habilidad en el campo como por su astucia fuera de él.
Actualmente, su desempeño en el Cagliari de Italia le asegura no solo un lugar en la élite del fútbol, sino también un salario que refleja su valía y compromiso. Su historia es un ejemplo de perseverancia y éxito que ha inspirado a muchos.
Un poco más sobre Gianluca Lapadula

Nacido en Turín, Italia, pero con corazón peruano, Lapadula inició su carrera en las divisiones inferiores de la Juventus, para luego abrirse camino a través de diversos clubes italianos. Su tenacidad y habilidad goleadora lo llevaron a ser fichado por equipos de renombre, incrementando su valor y su salario con cada contrato.
En el 2024, encontramos a Lapadula en el Cagliari, donde su salario anual se reporta en 1,820,000 euros. Esta cifra, sumada a sus ingresos por patrocinios y colaboraciones comerciales, ha contribuido a su fortuna personal, estimada entre 18,385,848 de euros aproximadamente. Su asociación con marcas como Adidas y su propia línea de ropa, GL9, reflejan su influencia y capacidad para generar ingresos más allá de los estadios.
Gianluca más allá del fútbol

La imagen de Lapadula es sinónimo de éxito y perseverancia, cualidades que lo han convertido en un embajador ideal para empresas que buscan asociarse con valores de excelencia y compromiso. Su carisma y conexión con los aficionados han sido clave para establecer relaciones duraderas con las marcas, lo que se traduce en un flujo constante de ganancias.
Además de su impacto en clubes y marcas, Lapadula ha sido un pilar fundamental para la selección peruana, aportando goles y experiencias que han enriquecido su legado. Su presencia en el campo es garantía de entrega y pasión, cualidades que resuenan con los valores de las empresas que lo patrocinan.
En otras palabras, la fortuna de Gianluca Lapadula es el resultado de una carrera llena de éxitos, esfuerzo y estrategias inteligentes tanto dentro como fuera del campo. Desde sus inicios hasta la actualidad, ha sabido convertir cada oportunidad en oro, y cada gol en euros, consolidando así un patrimonio que va más allá de lo material: un legado de inspiración y orgullo para aficionados y futuras generaciones.
Gianluca Lapadula y su amor por Perú
Gianluca Lapadula llegó a la selección peruana para quedarse, hacer historia y calar en el corazón de los peruanos. Para muchos, está cerca de convertirse en ídolo de la blanquirroja.
Las noticias de un delantero goleador que militaba en el Pescara de la Serie B de Italia con ascendencia peruana por parte de su madre y elegible para jugar por la selección peruana aparecieron en diciembre del 2015. Desde entonces, han pasado años, pero también 33 partidos, nueve goles y tres asistencias con la selección peruana. Además, logró la clasificación al repechaje mundialista para Qatar 2022.
“Fue todo nuevo, cada día aprendía algo más y todo eso se volvió una responsabilidad hacia la selección y el Perú. La selección se convirtió en una motivación para ser la mejor versión de mí mismo”, resumió Gianluca Lapadula sobre lo que significaba la Bicolor para su vida, y esa afirmación se mantuvo cierta.
El insólito descubrimiento de Gianluca Lapadula para los peruanos fue gracias a un gol suyo en el Pescara en diciembre del 2015. “IL Peruviano” fue la palabra del relator italiano en uno de sus tantos en la Serie B. El delantero ítalo-peruano era conocido en Pescara y su entorno futbolístico por su ascendencia peruana por parte de su madre, Blanca Aida Vargas Higinio, casada con Gianfranco Lapadula (su padre). Este apelativo poco conocido fue difundido hasta llegar al comando técnico de la selección peruana de Ricardo Gareca.