La Selección Peruana disputará la Copa América con una de las plantillas más veteranas, sin embargo, también incluirá algunos jóvenes.
Con la confirmación de las nóminas para la Copa América 2024, la Selección Peruana se presenta con un dato que puede parecer duro para algunos: es uno de los equipos con mayor promedio de edad del torneo, alcanzando los 29.1 años. Este hecho refleja tanto la experiencia acumulada de los jugadores veteranos como el desafío que enfrenta el entrenador Jorge Fossati en su esfuerzo por integrar una nueva generación de futbolistas al equipo nacional.
Una selección experimentada

El alto promedio de edad de la selección no es una sorpresa si consideramos que varios de sus jugadores han disputado más de dos ediciones de la Copa América y superan los 30 años. La experiencia de estos futbolistas es invaluable, pero también plantea la necesidad urgente de un recambio generacional. La tarea de renovar el plantel no es sencilla, dado el limitado universo de convocados y las deficiencias históricas en el trabajo de divisiones menores. Sin embargo, bajo la dirección de Fossati, la Bicolor está dando pasos significativos hacia la inclusión de jóvenes talentos.
El desafío del recambio generacional
Renovar las filas de la selección peruana es un desafío importante que Jorge Fossati ha asumido con decisión. A pesar de las limitaciones, el entrenador uruguayo no solo ha convocado a futbolistas con menos experiencia en el equipo nacional, sino que también les ha dado un lugar protagónico. Esta apertura hacia los jóvenes es fundamental para el desarrollo del equipo a largo plazo. Considerando jugadores de hasta 23 años, dos nombres destacan por sus posibilidades de hacerse un lugar en el equipo titular: Piero Quispe y Joao Grimaldo. Para ambos, esta es su primera Copa América, un hito importante en sus carreras y una apuesta significativa para el futuro de la selección.
A pesar de que estos jóvenes talentos están comenzando a destacar, hay otros con menos probabilidades de arrancar en el once inicial, pero que son piezas de recambio importantes. Oliver Sonne y Jesús Castillo, ambos de 23 años, junto con el arquero Diego Romero, representan el nuevo rostro de Perú. Estos jugadores tienen la responsabilidad de continuar con la transición generacional que Fossati ha iniciado. Comparando la convocatoria actual con la del torneo de 2021, donde fueron convocados cuatro jugadores sub-23, en esta ocasión son cinco. Este incremento refleja un nivel, pero significativo aumento en la confianza depositada en los jóvenes talentos.
Un futuro prometedor

Cerca de la categoría sub-23, en relación a la edad, están Franco Zanellato, de 24 años, y Bryan Reyna, de 25 años, quienes también se estrenan en el certamen. Su inclusión refuerza la idea de que el futuro de la selección está en manos de esta nueva generación de futbolistas. Marcos López, de 24 años, es el único que suma su segundo proceso en el certamen sudamericano, aportando un equilibrio entre juventud y experiencia en el equipo.
El proceso de renovación no es inmediato ni exento de desafíos, pero es necesario para el crecimiento y la competitividad de la selección peruana. La inclusión de estos jóvenes jugadores no solo aporta frescura y energía al equipo, sino que también envía un mensaje de confianza y apuesta por el futuro. El trabajo de Jorge Fossati y su cuerpo técnico será clave para guiar a estos jugadores en su integración al equipo principal, asegurando que la transición sea lo más fluida posible. La experiencia de los jugadores veteranos, combinada con la energía y el talento de los jóvenes, puede resultar en una mezcla efectiva para enfrentar los retos que presenta la Copa América y otros torneos futuros.
Promedio de edad con el resto de selecciones
En el contexto continental, el promedio de edad de la Selección Peruana se compara con otras selecciones de la región. Después de Perú, los equipos con los promedios de edad más altos son Chile con 28,8 años y Argentina con 28,5 años. En el extremo opuesto, encontramos a selecciones como Costa Rica con 24,7 años y Estados Unidos con 25,2 años, que evidencian una renovación más avanzada.
La misión de rejuvenecer la selección es compartida por muchas naciones, pero en el caso de Perú, la urgencia es mayor debido al envejecimiento del plantel actual. A pesar de los desafíos, la dirección de Fossati ha demostrado un compromiso con el desarrollo de los jóvenes, lo que podría ser la clave para el éxito a largo plazo.