Fluminense refuerza su plantilla con las adquisiciones de Kevin Serna e Ignácio Da Silva, buscando equilibrar el talento ofensivo y la solidez defensiva.
Fluminense ha apostado fuerte en el mercado de fichajes, incorporando a dos jugadores con trayectorias y perfiles distintos pero con un objetivo común: revitalizar el equipo y mejorar su desempeño en el Campeonato Brasileño. Kevin Serna, un delantero colombiano que ha emergido como una revelación en el fútbol sudamericano, e Ignácio Da Silva, un defensor brasileño que ha destacado en el Perú, representan una combinación de “oportunidad de oro” y “apuesta calculada” para el club carioca, según reveló el periodista Caio Blois, de Trivela, en diálogo con Top Mercato.
Estos movimientos estratégicos reflejan la ambición de Fluminense de no solo fortalecer su plantilla, sino también de encontrar soluciones a largo plazo para sus desafíos en el campo. Mientras Serna aporta velocidad y explosividad en el ataque, Ignácio promete solidez y seguridad en la defensa. Esta mezcla de talento y potencial busca devolver al Fluminense a los primeros planos del fútbol brasileño y sudamericano.
Kevin Serna: La oportunidad de oro
Kevin Serna es un ejemplo claro de cómo un jugador puede transformar su carrera con esfuerzo y talento. Descubierto tarde en Colombia y tras deambular por academias en Portugal y Paraguay, recaló en la segunda división del Perú, un destino poco usual para una futura estrella. Sin embargo, fue en Alianza Lima donde su talento floreció. Serna se destacó en la Copa Libertadores, marcando goles cruciales contra Fluminense, lo que captó la atención del gigante brasileño.
Fluminense no tardó en actuar, y las negociaciones se resolvieron rápidamente. El club brasileño pagó 1,8 millones de dólares por Serna, una cifra que reflejaba su potencial y el interés inmediato de ambas partes. Serna debutó con una actuación estelar contra Palmeiras, demostrando su habilidad para impactar directamente en los partidos. Con su llegada, se espera que reemplace a Keno, un jugador clave en la conquista de la Libertadores 2023, y que aporte dinamismo y explosividad a la banda izquierda.
El propio Serna tiene claras sus metas: “Espero sumarme a la selección colombiana”, afirmó. Esta confianza y su deseo de crecer profesionalmente resuenan con la visión de Fluminense, que ve en él una pieza fundamental para los próximos desafíos del club.

Ignácio Da Silva: La apuesta calculada
Por otro lado, Ignácio Da Silva llega al Fluminense con un perfil diferente. A pesar de ser brasileño, su carrera no había despegado en el país hasta su notable desempeño en Perú con Sporting Cristal. Este defensor de 27 años fue considerado el mejor en su posición en la liga peruana, pero su fichaje por 2,2 millones de dólares generó ciertas críticas debido a su falta de reconocimiento en Brasil.
Sin embargo, Fluminense ve en Ignácio una solución a problemas defensivos crónicos, especialmente en el juego aéreo. Se espera que se convierta en titular junto a Thiago Silva, reemplazando eventualmente a Felipe Melo, quien está cerca del retiro. Su incorporación, aunque menos celebrada que la de Serna, tiene el potencial de estabilizar la defensa y aportar solidez al equipo.
La llegada de Ignácio también puede haber sido facilitada por las conexiones brasileñas en Sporting Cristal, con técnicos como Enderson Moreira y Tiago Nunes, quienes tienen vínculos con Fluminense y pudieron influir en su fichaje.
Los fichajes de Kevin Serna e Ignácio Da Silva representan enfoques estratégicos y contrastantes para Fluminense. Serna es visto como una “oportunidad de oro”, un jugador que puede hacer una diferencia inmediata en el campo y tiene el potencial de convertirse en una estrella. Por otro lado, Ignácio es una “apuesta” que, aunque genera dudas, tiene el potencial de fortalecer la defensa del equipo y resolver problemas específicos. Ambas incorporaciones reflejan la ambición del club de mejorar y competir al más alto nivel en el fútbol brasileño.