Alianza Lima tuvo una noche histórica en La Bombonera, donde eliminó a Boca con más que simple fútbol, primando la experiencia y convicción.
La Bombonera rugió como en sus mejores noches, pero Alianza Lima resistió y celebró. El equipo dirigido por Néstor Gorosito demostró que su planificación en el mercado de fichajes no fue casualidad, sino una apuesta bien ejecutada. Con experiencia en la defensa, talento en la medular y ambición en el ataque, los blanquiazules lograron una hazaña que quedará en la historia: eliminar a Boca Juniors en su propio estadio por la Copa Libertadores 2025.
El triunfo, construido desde la jerarquía de jugadores con recorrido y la calidad de futbolistas de buen pie, dejó en evidencia la solidez del proyecto íntimo. Paolo Guerrero y Carlos Zambrano, dos referentes, sostuvieron al equipo en los momentos clave, mientras que refuerzos como Pablo Ceppelini, Fernando Gaibor y Eryc Castillo fueron determinantes en el juego.
La jerarquía que sostuvo el sueño
Los primeros minutos en la Bombonera no fueron sencillos. Un error en salida derivó en un autogol desafortunado de Miguel Trauco, que silenció a los más de dos mil hinchas aliancistas presentes en la tribuna visitante. Sin embargo, el plantel no perdió el orden y la calma. Gorosito, fiel a su estilo, no se inmutó y dejó que sus jugadores respondieran en el campo.
Uno de los más experimentados, Carlos Zambrano, asumió el liderazgo en defensa. Marcó de cerca a Edinson Cavani, evitando que el goleador uruguayo tuviera espacios para definir con comodidad. En ataque, la reacción llegó con una jugada de pelota parada. Castillo provocó un tiro libre, Ceppelini tomó la responsabilidad y Hernán Barcos, el veterano delantero de 40 años, conectó de cabeza para silenciar la Bombonera.
👏👏 ¡Desmarque y gol! Qué momento, @Hernanbarcos.
— CONMEBOL Libertadores (@Libertadores) February 26, 2025
CONMEBOL #Libertadores #GloriaEterna pic.twitter.com/hFrTBhsCDp
El 1-1 llenó de confianza a los blanquiazules. Aunque Boca logró ponerse nuevamente en ventaja en el segundo tiempo, Alianza Lima no se desmoronó. La entrada de Fernando Gaibor por Ceppelini, quien salió sentido, ayudó a mantener la posesión en los momentos más críticos del partido.
Guerrero, Viscarra y el desenlace soñado
El tramo final fue una prueba de carácter. Paolo Guerrero ingresó para sostener el balón en ataque y darle oxígeno a un equipo que ya sentía el desgaste. Boca tuvo una oportunidad clarísima para liquidar el partido, pero Cavani, increíblemente, falló a centímetros de la línea de gol. Fue un presagio de lo que vendría en los penales.
Desde los doce pasos, la experiencia del ‘Depredador’ fue clave. El delantero convirtió su disparo con autoridad y abrió el camino para una tanda impecable de los blanquiazules. Gaibor, Trauco, Noriega y Lavandeira también anotaron, mientras que Guillermo Viscarra, el arquero que se convirtió en héroe, atajó el penal decisivo a Alan Velasco, el fichaje estrella de Boca.
🙌 ¡Así se vivió desde adentro! La definición como si estuvieras ahí.
— CONMEBOL Libertadores (@Libertadores) February 26, 2025
🔜🇵🇪 @ClubALoficial está en la Fase 3 de la CONMEBOL #Libertadores. pic.twitter.com/nyPOfBsQH9
El pitazo final desató la locura en el equipo. Mientras sus compañeros corrían a abrazar a Viscarra, Lavandeira se quedó en mediocampo, derrumbado en lágrimas, y Zambrano se acercó a Luis Advíncula para consolarlo. La Bombonera, enmudecida, solo reaccionó para pedir la salida de Juan Román Riquelme y el cuerpo técnico encabezado por Fernando Gago.
Una apuesta que da frutos
El triunfo de Alianza Lima no fue una casualidad, sino la confirmación de que su planificación en el mercado de fichajes fue acertada. La experiencia de jugadores como Trauco, Zambrano y Guerrero, sumada al talento de futbolistas como Ceppelini, Gaibor y Castillo, consolidaron un equipo con identidad y jerarquía.
Mientras los jugadores celebraban en la Bombonera, la sensación en Matute era clara: esta victoria no solo es un resultado histórico, sino también un mensaje para el fútbol sudamericano. Alianza Lima apostó por un plantel equilibrado, y la recompensa llegó en el escenario más difícil de todos.