El delantero de La Roja Eduardo Vargas volvió a ser fundamental para Atlético Mineiro con asistencia para el triunfo en Copa Libertadores.
Eduardo Vargas poco a poco se ha vuelto a convertir en una pieza clave en Atlético Mineiro, desde que se conoció que Ricardo Gareca lo tenía como opción para concretar su volver a la Selección Chilena, sin muchos minutos, ha logrado ser fundamental en los resultados. Solo hace unos días, el 4 de mayo, había convertido los dos goles del empate ante Fluminense, campeón vigente de Copa Libertadores y rival de Colo-Colo hoy 9 del presente mes.
Ahora, “Turbomán” continúa dejando su huella, esta vez en el certamen de clubes más importante del continente. A pesar de que Gabriel Milito lo había dejado en la banca de suplentes en la cuarta fecha de fase de grupos, frente a Rosario Central, el chileno en Brasil se puso a tono. Ingresó sobre los 70 minutos de partido, cuando el duelo iba igualando sin goles. El DT argentino sacó a Hulk por Eduardo Vargas en los “Galos”, y casi en la primera jugada tuvo la suya.
En el afán por ir a ganar el partido aun siendo visita, al minuto 87 se armó la jugada definitiva, por la zona izquierda del ataque, el bigoleador de las Copas América 2015 y 2016 recibió el pase cerca del área chica, entregando con un sutil toque para atrás a Paulinho, que la embocó bajo los 3 palos.
Así entonces, sumando confianza y dándole la vuelta a su amarga última temporada, está en plena recuperación de su nivel, justo antes del comienzo de la Copa América, donde está en la pre nómina de 55 jugadores.

Un cambio en la vida personal de Eduardo Vargas
En este último periodo, Eduardo Vargas ha hecho cambios importantes en su vida extrafutbolística. En Brasil, “Turbomán” fue bautizado en una iglesia evangélica. Con una clásica ceremonia en una piscina.
Con el comienzo de esta “nueva vida”, anteriormente a este hecho había entregado declaraciones que van en la misma línea. Después de convertir el doblete a Fluminense, declaró: “Quiero agradecer a Dios por las cosas que están pasando. Gracias a todas las personas que me están ayudando: mi prometida, mis amigos pastores, mis suegros, mis padres, mis amigos… Me están ayudando mucho a levantar la cabeza“.