Universidad Católica decidió dar un portazo en 2022 y cerró definitivamente las puertas de su estadio. Desde ese momento jamás se volvió a utilizar y hasta ahora está jugando en casa ajena, pero promete que su regreso a San Carlos de Apoquindo será espectacular.
Si alguien empezó a ver recientemente el fútbol chileno, podría creer que Universidad Católica hace de local en el Santa Laura. Pero lo cierto es que esto no es así, solamente es transitorio mientras el estadio San Carlos de Apoquindo está siendo totalmente renovado.
Si bien todavía el telón está cubriendo el grosos de las obras, lentamente se ve como ese gigante de cemento se levanta nuevamente. “Los Cruzados” afirman que será uno de los recintos más importantes y modernos de Sudamérica y superará ampliamente al resto de los del país, por lo que podría ser una alternativa para la Selección Chilena.
Cuando desembolsó Universidad Católica
Si bien ya era un bonito estadio, Universidad Católica creía que era obligatorio darle una lavada de cara al escenario que fue abierto oficialmente en 1988. De esta manera se podría ampliar la cantidad de espectadores y ofrecer a quienes asistan una experiencia mucho más completa.
Antes eran 14 mil los espectadores y ahora podrán ingresar hasta 20 mil personas en las gradas. A su vez, se instalarán mejoras en las luminarias como focos íntegramente led y paneles fotovoltaicos. Además habrá un sistema de riego moderno para el césped y una planta que tratará el agua.
Lo más importante es que el naming right entrará en juego e ingresará una enorme cantidad de dinero a las arcas del cuadro precordillerano. Esto quiere decir que el nombre del estadio tendrá en algún lugar el nombre de “Claro”, además de mostrar el logo de la empresa en algún sector muy visible.
Todo esto puede resultar muy bueno, pero la verdad es que se necesita un alto capital para esto y “La Franja” necesitó unos 50 millones de dólares de inversión para construirlo. Esto es realmente monstruoso en comparación a los 4,1 millones que utilizó para abrir el estadio desde cero hace casi cuatro décadas atrás.
El sintético y la última actualización
Lo último que se conoció sobre el recinto es que se instaló una estructura metálica que se convertirá en el codo que unirá las tribunas Lepe y Fouillioux. El mismo requirió que se usen enormes grúas para facilitar su colocación.
Otro de los puntos que más polémica generó y que todavía provoca múltiples reacciones tiene que ver con el escenario sintético. Hay muchas personas que están rotundamente en contra de que esto sea así debido a que, según ellos, desnaturaliza la esencia del fútbol. Como contrapartida muchos afirman que es algo interesante y que podría ayudar a aprovechar más la localía.