El partido entre la Selección Chilena y Perú tenía un detalle muy particular y es que Ricardo Gareca por primera vez iba a enfrentar a la Bicolor desde que dejó de ser DT de ese país. Pero lo más increíble es que iba a ser con uno de los archirrivales más potentes del país sudamericano.
Más allá de lo que ocurra en el campo de juego, todos sabemos que Chile y Perú es un choque particular en el fútbol. En este caso, el destino quiso que comparten grupo en la Copa América y que jueguen entre sí en la primera fecha del certamen.
El problema que hay entre estos dos países y que fue trasladado a la competencia más antigua tiene que ver con conflictos políticos de hace años. Pero eso no es todo, sino que para agregarle más pimienta al cotejo, Ricardo Gareca iba a enfrentar a Perú por primera vez.
¿Hostilidad o aplausos en la Copa América?
Todos sabemos que “El Tigre” entró en la historia grande de “La Bicolor” por meterla al Mundial de 2018 después de largas décadas de sequía. A su vez, estuvo muy cerca de entrar al de Qatar 2022, pero lamentablemente en el repechaje no pudieron en los penales y quedaron afuera.
Eso, sumado a algunos malos resultados posteriores, provocó que la relación se gastara y Gareca dejó su cargo como seleccionador. De todos modos, se llevó millones de aplausos de todo el pueblo peruano que le agradecía lo que había hecho.
Pero este cariño se pulverizó hace algunos meses cuando fue oficializado como DT de la Selección Chilena que es considerada una enemiga de Perú. Es por eso que había una gran expectativa de la manera en que la afición iba a recibir al orientador argentino.

Sorprendentemente, la memoria no existe en el fútbol y por eso cuando salió a la cancha hubo dos reacciones. Por un lado los chilenos lo llenaron de elogios y aplausos, ya que toda su confianza está puesta sobre ellos. Sin embargo, las cámaras y micrófonos estaban enfocados en la afición peruana.
Se escucharon algunos silbidos por parte de sus hinchas que se acercaron al AT&T Stadium en una clara muestra de rencor por su decisión. Evidentemente fue mucho más dolorosa su firma con la ANFP que todas las alegrías que logró para la FPF durante muchos años.