El nombre de Charles Aránguiz suena cada vez más fuerte en Universidad de Chile y es una chance verdadera que puede volver al club muy pronto. Por eso recordamos un lindo recuerdo que todavía está en la memoria de los hinchas.
Después de iniciar su carrera en Cobreloa y jugar en Cobresal, Colo Colo y Quilmes de Argentina, Charles Aránguiz arribó a Universidad de Chile sin saber todo lo que iba a conseguir. Por eso es tan querido por los hinchas que exigen que la directiva cumpla con su retorno.
El mediocampista ganó tres torneos locales y una Copa Chile en la institución azul. No obstante, el recuerdo que es guardado por el corazón de todos los hinchas ocurrió en 2011. En ese año él y sus compañeros levantaron la Copa Sudamericana.

El último duelo de Aránguiz en Universidad de Chile
Se quedó en el club hasta fines de 2013 y luego emigró al exterior para jugar en Internacional de Porto Alegre y mostrar una versión de elite. Pero hoy no vamos a hablar de su trayectoria en el exterior, sino que nos enfocaremos en su última vez con la indumentaria del Romántico Viajero.
Para recordar este momento histórico, tenemos que retroceder en el tiempo hasta el 22 de diciembre de 2013, momento en el que Universidad de Chile jugaba una Copa Libertadores con un formato muy distinto al actual y los clubes debían afrontar una liguilla a fines del año anterior.
La U se ganó el derecho a jugarla tras ser cuarto del torneo local y junto a ellos estaba Universidad Católica, Deportes Iquique y Palestino. Justamente el cuadro laico superó a los Árabes, mientras que los Dragones se impusieron sobre la Franja.
De este modo, el equipo de Charles Aránguiz tuvo que jugar dos partidos con Iquique para definir al clasificado. El primer cotejo fue el 19 de diciembre y el Bulla triunfó por 1-0 con gol de Marcelo Díaz en el estadio Tierra de Campeones.
El cotejo de vuelta iba a ser el último de este jugador y fue con victoria por 4-0. Obviamente todos sabían que ese podía ser la última vez de Aránguiz con la camiseta y lo vivieron de una manera distinta.
Incluso el destino le hizo un regalo a todos, ya que Charles pudo marcar el segundo tanto de su equipo y se despidió en un mar de aplausos que caían desde las gradas del estadio Nacional de Santiago.
El club pudo clasificar a la Copa Libertadores, pero la parte triste es que este volante no pudo jugarla porque ya estaba lejos.