Uno de los principales debates que hay en el fútbol chileno es sobre el cuarto grande. Muchos dicen que es Cobreloa, otros apuntan a Everton y hay hasta quienes apuntan por Audax Italiano o Santiago Wanderers. De todos modos, Unión Española también ha hecho los méritos y estuvo muy cerca de ser campeón de la Copa Libertadores.
Para recordar estos gloriosos días de Unión Española hay que regresar en el tiempo hasta 1975 cuando participó de la Copa Libertadores después de haber ganado la Liguilla Pre-Libertadores que se disputó un año antes. El otro representante chileno fue Huachipato que se consagró como el gran campeón del torneo de primera división en 1974.
Sin dudas, en ese momento, era mucho más difícil la clasificación porque solo el primero del grupo lograba pasar a las semifinales y, en caso de igualdad de puntos, se tenía que jugar un desempate. Es por eso que todos los equipos que avanzaban de ronda, tenían un fantástico mérito deportivo.
La proeza de Unión Española
Fase de grupos

Unión Española terminó la ronda inicial sin ninguna derrota, pero lo increíble es que sus primeros tres partidos jugados lejos de Santiago los empató. Fue 0-0 ante Huachipato en Concepción y, más tarde, empató 1-1 contra Jorge Wilstermann en Cochabamba y por el mismo resultado contra The Strongest en La Paz.
Sin embargo, el factor importante de Los Hispanos fue en los partidos de vuelta cuando recibió a los mismos equipos en condición de local. Debutó en su casa con una paliza ante Los Acereros por 7-2 y más tarde tachó a sus rivales bolivianos: primero fue 4-1 ante JW y más tarde venció a Los Tigres por 4-0.
De este modo, Unión Española clasificó a la próxima ronda con nueve unidades acumuladas tras tres victorias y tres empates. Más atrás en el clasificador quedaron Huachipato y The Strongest con seis puntos y Jorge Wilstermann con tres puntos sumados.
Semifinales

Para las semifinales, los seis mejores de cada uno de los grupos se unían en otros dos grupos y en este caso a Unión Española le tocó estar junto a Universitario de Perú y Liga de Quito de Ecuador. Al igual que en los grupos, solamente el mejor de cada zona pasaba a la gran final.
Cada equipo jugó cuatro partidos y ganó dos de ellos. Su única derrota en esta zona se registró en el debut contra los ecuatorianos por 4-2 y, en la última jornada, consiguió un valorable punto contra los peruanos tras igualar por 1-1 en Lima y asegurar su lugar en la gran final.
La gran final
La tarea no iba a ser sencilla bajo ningún concepto porque enfrente estaba Independiente de Avellaneda que había clasificado a esta edición por ser el campeón defensor, así que ya tenía experiencia en este prestigioso torneo. Los partidos iban a ser difíciles y, para empeorar la situación, la historia se definía en Buenos Aires.
La motivación en Unión Española era total y se multiplicó mucho el 18 de junio de 1975 cuando logró quedarse con la primera final de manera agónica. Parecía un 0-0 clavado porque ya transitaban los minutos finales, pero a los 87 minutos apareció Sergio Ahumada para romper el cero e ilusionar a los hinchas del cuadro chileno.
Lamentablemente para ellos, nunca se pueden confiar ante un rival de estas características y sufrieron el rigor del Rojo. Desde el minuto uno, Independiente empezó al frente por el gol tempranero que convirtió Percy Rojas. No obstante, Unión Española respondió a los 15 mediante Francisco Las Heras de penal.
La historia iba bastante bien para el club visitante, pero a los 57 minutos hubo un suceso que marcó un antes y un después. El árbitro uruguayo Ramón Barreto cobró un penal que Ricardo Pavoni cambió por gol y desde ese momento fue control absoluto del equipo argentino. Daniel Bertoni liquidó las acciones a los 83 minutos.
El desempate
Hoy en día, ante ese escenario, Independiente se hubiese quedado con la Copa por registrar un global de 3-2. De otro modo, se hubiesen ejecutado penales y definido ese mismo 25 de junio de 1975, pero CONMEBOL tenía otro reglamento y en caso de doble empate o un ganador en cada partido, la historia iba a un tercer juego.

Unión Española e Independiente se trasladaron al estadio Defensores del Chaco de Asunción, Paraguay, el 29 de junio de 1975 y jugaron en ese recinto el último partido ante una cantidad enorme de asistentes. Fue un partido controlado por El Rojo que triunfó por 2-0 con goles de Ricardo Ruiz Moreno y Bertoni por lo que sumó su sexto título.
Desde ese momento al día de hoy, Unión Española logró sumar varios títulos de Primera División, Copa Chile y Supercopa de Chile. Incluso fue campeón de la Primera B en 1999 para lograr el ascenso a la máxima. No obstante, jamás tuvo otra chance tan concreta de ser campeón de un torneo internacional.