La ficha principal de la renovación que encaró la Selección Chilena en los últimos años es la de Ben Brereton, quien avizoraba unas habilidades letales en el área contraria, aunque con el correr de los años su capacidad goleadora disminuyó.
Ben Brereton acaba de comenzar la temporada 2024 con Southampton en la Premier League y es uno de los jugadores de la Selección Chilena con las mayores esperanzas puestas por parte de los aficionados.
Con apenas 25 años de edad, el delantero anglo-chileno ya ha pasado por varios clubes de las ligas top de Europa. Su debut se produjo en Nottingham Forest, luego deslumbró en Blackburn Rovers y dio el salto al Villarreal de LaLiga. Sin poder demostrar sus capacidades en España volvió a Inglaterra para jugar en Sheffield United y hoy defiende los colores de Los Santos.
El gran patrimonio de Ben Brereton
Posiblemente este sea uno de los jugadores de los que menos se sepa de su dinero, ya que no aparenta tener empresas y sus negocios personales no son conocidos. A diferencia de otros jugadores, nadie sabe en que invierte Big Ben.
De cualquier manera, se puede hacer un aproximado del patrimonio neto que podría tener en base al salario que reunió como jugador en todos estos años. No hay que olvidar que llegó a cobrar 35 mil euros semanales, lo que redondean una cifra extraordinaria de billetes en su bolsillo.
El portal especializado en la percepción de ganancias de los famosos destacó que Ben Brereton contaba con un patrimonio de unos 4,1 millones de euros mientras jugaba en Villarreal. El equivalente de esa cifra son 4,6 millones de dólares, pero el dato que no contempló fue lo que este jugador vivió en su regreso Inglaterra.
Con la camiseta de Sheffield United cobró alrededor de 140 mil euros al mes, lo que significa que pudo haber redondeado esa cifra. Si vamos a hilar fino, aproximadamente son cinco millones de dólares los que el atacante tiene en su patrimonio.
Además, se viene una extensa temporada en Southampton donde las novedades podrían ser más que positivas para este jugador.
