Universidad Católica ve cómo el arquero por el cual habían apostado todo a comienzo del Campeonato Nacional podría dejar el club como jugador libre.
Universidad Católica mira casi resignado cómo acontece un nuevo dolor de cabeza de cara al mercado de fichajes, ya que, el portero al que le habían puesto todas sus fichas, ha dado señales claras en cuanto a su continuidad.
Thomas Gillier, guardameta formado en casa de los Cruzados, fue el motivo que vio la dirigencia para renovar a Sebastián Pérez en el comienzo de la temporada. Hecho que terminó siendo contraproducente, ya que, él mismo los eliminó de la Copa Sudamericana en su nuevo equipo, Palestino.
Lo más probable es que dejará el plantel que dirige Tiago Nunes en el mercado de invierno, y sus destino estaría en Europa. El club le dio un permiso para viajar al Viejo Mundo y, así, coordinar con su entorno de representación los nuevos pasos en su carrera profesional, en Italia, de forma particular, Bologna.
Sin embargo, el problema va más allá para U. Católica, puesto que, el contrato del jugador vence justamente a mitad de año, situación que dejará con las manos vacías a la directiva de La Franja. Además, tendrán que terminar el año con Vicente Bernedo y Darío Melo, a menos que vuelvan a la carga por un guardameta tras confirmada la salida de Gillier.
Sea como sea, si se da la salida del jugador será como agente libre, de modo que, no dejará un rédito monetario. Lo único que recibirán en San Carlos de Apoquindo será el mecanismo de solidaridad del derecho de formación, que corresponde a 150 mil dólares, según apuntó La Tercera.
U. Católica revive el problema de jugadores que parten como agentes libres
No es novedad que en Universidad Católica, y más clubes del Campeonato Nacional, han tenido que ver cómo sus figuras o potenciales estrellas se marchan gratis y sin dejar un solo peso a pesar de los años de formación. Los consejos de sus mánagers tienen peso, y en el “sueño” de jugar en Europa, muchos han optado por partir.
Uno de los últimos casos que casi se da de esta forma en el conjunto Cruzado fue con Gonzalo Tapia, quien partió en estricto rigor como jugador libre a Argentina. En sus planes quería ir a Europa, pero, no tuvo ofertas que o convencieran. Sin embargo, él quería sí o sí dejar alguna retroalimentación monetaria por los años de formación, de modo que, resolvieron que River Plate le depositaría 1 millón de dólares al conjunto nacional.
Ahora bien, mismamente el caso del Zanahoria Pérez retrata las decisiones equívocas que se han tomado en los últimos mercados, una tarea pendiente para Universidad Católica y el resto de instituciones.