El director técnico de la Selección Argentina Sub-23 le respondió con muchísima altura a sus detractores, quienes lo liquidan por redes sociales cada vez que pueden.
Javier Mascherano recibió miles de críticas en los últimos meses por no haber conseguido los resultados esperados con la Selección Argentina Sub-20. Sin embargo, tras querer renunciar y ser convencido de quedarse trabajando en el predio Lionel Andrés Messi, tuvo revancha. El ex mediocampista central, ahora a cargo de la Sub-23, obtuvo el boleto para los Juegos Olímpicos de París 2024 dejando afuera a Brasil, ni más ni menos.
En las redes sociales, el “Jefecito” se ha vuelto víctima de memes despiadados por parte de sus detractores. Esto, a pesar de que a lo largo de su carrera ha dejado absolutamente todo por la camiseta “Albiceleste” y mereció ganar varios títulos. Muy pocas personas sienten los colores como él, pero aún así lo destrozan. Por eso, aprovechó esta oportunidad para hacer una interesante reflexión y contestarle a sus haters.
La respuesta de Mascherano a sus detractores

El técnico de la Sub-23 brindó una entrevista a DSports y le dedicó un tiempo considerable a este tema. “Hay cosas mucho más importantes en mi vida que el fútbol: mi familia, la gente que me quiere. Puedo vivir sin el fútbol tranquilamente. El día que me afecte lo que digan, me quedo en casa, pero no me gusta que me agredan sistemáticamente. Creo no hacerle nada a nadie”, comenzó explicando.
Más tarde, añadió: “Sé que tengo muchos defectos pero sé que también es un camino de aprendizaje absoluto. Yo no puedo cambiar la visión que puede tener la gente sobre mí. Nunca me comporté mal con nadie. No creo que mi trabajo puede ser mejor o peor por si sonrío o no. Sé el tiempo que le dedico a mi trabajo”.

Por último, Javier Mascherano hizo énfasis en el festejo que compartió con los futbolistas tras la gran victoria ante Brasil: “¿De qué depende el tener empatía con la gente? No hay nada más lindo que vengan los jugadores y me den un abrazo. Eso significa que no estoy fallando como persona. Como DT, un día ganás y al otro perdés“. Una vez más, el “Jefecito” dio una clase de cómo se debe vivir el fútbol.