Así se gestó la llegada de Juan Román al “Xeneize”, el fichaje que cambió para siempre la historia del club.
Juan Román Riquelme es el máximo ídolo de Boca Juniors. ¿Los motivos? Están bastante claros. Además de ser hincha del club y representar en todos momentos los colores, ganó absolutamente todo lo que jugó y demostró ser uno de los jugadores más talentosos de la historia del fútbol argentino.
Conquistó, por ejemplo, 3 Copas Libertadores (2000, 2001 y 2007) y 1 Copa Intercontinental (2000), con lo que puso al “Xeneize” en lo más alto del mundo. Siempre apareció en las importantes y fue figura absoluta en las finales que ganó, algo que los hinchas le reconocen hasta el día de hoy.
¿Cómo fue la compra de Riquelme a Boca?

Se podría decir que todo lo que logró en Boca Juniors fue gracias a Carlos Salvador Bilardo, uno de los entrenadores más influyentes de la historia. En 1996 dirigía al club de la Ribera, el cual padecía una crisis en las divisiones inferiores y no contaba con jóvenes a la altura de las circunstancias. Por eso, el “Doctor” metió mano…
Visionario como pocos, aconsejó a Mauricio Macri, presidente de la institución, que compre a algunos chicos de Argentinos Juniors. Y así fue cómo el “Xeneize” desembolsó 800 mil dólares en un combo por Fabricio Coloccini, Pablo Islas, César La Paglia, Carlos Marinelli, Emmanuel Ruiz y Juan Román Riquelme. Era una cifra muy importante, y más teniendo en cuenta que se trataba de jugadores que aún no habían debutado en primera división.

Román no era de los más destacados en ese “paquete” de futbolistas, pero terminó siendo el mejor. El 10 de noviembre de 1996, Bilardo lo hizo debutar en La Bombonera ante Unión de Santa Fe: le dio la confianza de ser ¡titular! con 18 años recién cumplidos. Y el enganche lo aprovechó. Su actuación fue brillante y se ganó la ovación de la hinchada, un hecho sin precedentes para alguien tan joven.
Ese fue el primer paso hacia una idolatría inmensa y una relación que jamás se quebró. Después llegaron los goles, los títulos, las declaraciones y mucho más. Carlos Bianchi lo empujó hacia el pedestal, pero jamás se debe olvidar que Carlos Salvador Bilardo pidió por él cuando no estaba en el mapa del fútbol. Siempre un paso adelante.