El “Gato”, ídolo del Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba, es el gran responsable de que el mediocampista haya triunfado en su carrera. En Top Mercato te contamos cómo nació todo.
Enzo Pérez es, sin dudas, uno de los mejores y más completos futbolistas que tuvo la Argentina en los últimos años. Nació como extremo por derecha, pero con el correr del tiempo se transformó en un jugador total y cubrió casi todas las posiciones de la cancha mostrando un nivel altísimo. Tal es así que hasta fue arquero en un partido de Copa Libertadores en River.
Su versatilidad le ha permitido destacarse a lo largo de su carrera, razón por la cual festejó 17 títulos y disputó 2 Copas del Mundo con la Selección Argentina. Su talento y capacidad es innegable, es la realidad, pero hay un gran responsable de que el mendocino haya llegado a donde está hoy. Y se llama Daniel Oldrá.
¿Cómo Daniel Oldrá descubrió a Enzo Pérez?
Daniel Oldrá es una leyenda del Club Deportivo Godoy Cruz Antonio Tomba. Allí jugó durante gran parte de su carrera y posteriormente fue entrenador, coordinador y mánager. Justo antes de retirarse del profesionalismo de cara al 2003, descubrió un talento descomunal cerca de su casa y dio señales del ojo clínico que tenía para el scouting. Fue el punto de inflexión en su vida.
El “Gato” siempre fue un amante del fútbol por lo que, incluso cuando todavía era jugador, se tomaba el tiempo de ver partidos de todo tipo. Y fue así que halló a un mendocino destinado al éxito: un jovencito de 16 años que sacaba una diferencia enorme al resto de rivales. ¿Su nombre? Enzo Nicolás Pérez.
El por ese entonces delantero había debutado en la primera división del Deportivo Maipú en septiembre de 2002 (en Liga Mendocina). Oldrá vivía a una cuadra del club, por lo que comenzó a verlo y seguirlo, hasta que finalmente se contactó con él y le propuso la idea de jugar en Godoy Cruz, que militaba en la B Nacional.
“Yo vivía a una cuadra del club Maipú y todavía jugaba; pasaba por la cancha, lo veía y me decía ‘mirá que bien juega este pibe’. Y fue el primero, junto con otro pibito, el “Cabezón” Díaz, que llevé a Godoy Cruz”, confesó Oldrá en diálogo con La Nación.
Por supuesto, esta oferta fue irrechazable para Pérez. Se marchó al “Tomba”, en donde empezó a jugar en las inferiores y en 2004 dio el salto al primer equipo. A pesar de que recién estaba iniciando su carrera, él ya sabía que triunfaría en la Selección Argentina y llegaría a River Plate, el equipo de sus amores.
El “Gato”, acerca de esto, comentó: “Ya tenía las cosas muy claras, porque hablábamos y me decía que iba a jugar en la Selección, en River y en el exterior. Y yo le decía: ‘Pará, pará, primero jugá en Godoy Cruz y después seguí jugando a donde a vos se te ocurra”. Esto fue clave.
Daniel Oldrá fue su padre futbolístico y quien lo mantuvo con los pies en la tierra cuando más lo necesitaba. Enzo Pérez se enfocó en tener éxito en Godoy Cruz y lo logró: se ganó la titularidad y formó parte de un plantel histórico que consiguió el primer ascenso en la historia de la institución.
“Indudablemente, el fútbol ya era muy importante para él. Y la historia de Enzo se la cuento a algunos chiquitos, que están muy apurados. Quieren ver los finales, no se aguantan mirar antes los capítulos. Y yo les digo: ‘Nooooo, mirate los 18 capítulos y después disfrutá del final‘“, completó Oldrá.
En la temporada 2006/07, el joven Enzo de 20 años brilló por completo en primera división con la camiseta del “Expreso”. Marcó 5 goles, dio 4 asistencias y tuvo rendimientos sobresalientes. Aún así, no pudo evitar el descenso del club, que cayó en la promoción frente a Huracán de Parque Patricios.
Él, sin embargo, se quedó en la élite del fútbol argentino: fue transferido a Estudiantes de La Plata, que se animó a apostar por un joven mendocino con un puñado de partidos en primera. El resto, indudablemente, fue historia. Ganó la Copa Libertadores 2009, el Apertura 2010 y se marchó a Europa. Allí, entre Benfica y Valencia, jugó 6 años hasta que le llegó la oferta de River.
En 2017 regresó al país para cumplir su sueño de ponerse “La Banda”. Fue campeón de todo, incluso de la Libertadores 2018 en la inolvidable final ante Boca Juniors. Actualmente, a sus 38 años, es capitán del “Pincha”, equipo al que regresó en 2024 y en donde es ídolo absoluto para la gente. Tal como le decía a Oldrá de pequeño, cumplió con todos sus objetivos.
En el medio tuvo un grandísimo paso por la Selección Argentina: disputó 2 Copas del Mundo (2014 y 2018) y fue titular en la Final ante Alemania. Siempre rindió a un nivel altísimo y supo convertirse en una pieza clave para el equipo, tanto con Alejandro Sabella como con Jorge Sampaoli.
Empezó como delantero por derecha, siguió como volante por derecha, mediapunta, interior por ambos costados, volante por izquierda, doble cinco, cinco en soledad, zaguero central, líbero y hasta se puso los guantes para ser arquero. Un jugador completísimo y con una mentalidad inigualable. Mucho de eso se lo debe, seguramente, al mítico Daniel Oldrá.
