Hubo protestas y un expulsado por parte del “Rojo” debido a reiterados errores arbitrales en el estadio “Chiqui” Tapia.
No hay fecha de la Copa de la Liga que esté exenta de sus polémicas. El arbitraje cada vez da más de qué hablar en el fútbol argentino, a medida que se toman medidas muy debatidas, no se revisan jugadas, y se cobran fallos, tanto desde la cancha como desde el VAR, que muchos no llegan a entender. Algo así sucedió en Barracas vs. Independiente, encuentro en el que sucedieron varios episodios de arbitraje controversial.
El primero llegó a los 19 minutos del primer tiempo, Alexis Domínguez, cuando el nueve del conjunto local, protagonizó una jugada en la que muchos pensaron que debió ser expulsado. Le dio un planchazo muy fuerte a Iván Marcone, que bien podría haber terminado en una grave lesión para el jugador del “Rojo”. Afortunadamente no lo fue, pero lo cierto es que solo recibió una tarjeta amarilla. El VAR (manejado por Lobo Medina) no llamó al árbitro Pablo Dóvalo para que la revise, y la decisión, para muchos errónea, se mantuvo.
El planchazo de Alexis Domínguez contra Independiente
Domínguez tendría que haber recibido una roja: los jugadores del “Rojo”, el DT Carlos Tévez, y el cuerpo técnico lo protestaron, y en aquel punto Independiente seguía ganando 1-0, con un golazo de Matías Giménez Rojas. Barracas empató a los 29 con un lindo tanto de Siro Rosane, de tiro libre, pero aún quedaba un desarrollo en esta controversia.
El ambiente se mantuvo tenso en lo que restó de la primera etapa, y solamente incrementó cuando se fueron al descanso. Esto es porque, tras una buena jugada del “Guapo”, Domínguez convirtió el segundo gol a los 45 minutos, de zurda para poner en ventaja a Barracas, que lo daba vuelta. Las protestas y las quejas se hicieron más y más intensas, ya que los de Avellaneda alegaban que el centrodelantero ya no tenía que estar en la cancha, y debiera haber sido expulsado.
Alexis Domínguez lo da vuelta contra Independiente
El partido acabó 2-2, ya que Matías Giménez Rojas concretó su doblete para empatar el encuentro a los 65 minutos. A pesar de las quejas del lado de Independiente, al empezar el segundo tiempo lograron poner aquel mal humor de lado para jugar el partido, y fueron recompensados con el empate.
Más errores, protestas, y un expulsado post-partido
El conflicto entre los jugadores y Dóvalo no acabó allí: solamente creció a medida que avanzaba el partido. Antes de finalizar el primer tiempo, Independiente pidió mano por parte de Barracas, que no fue revisada ya que se consideró casual. Si bien aquella jugada era de interpretación, hubo otra situación más alevosa con una mano que tampoco fue revisada: esta vez fue Arce quien hizo contacto con la pelota con su brazo, a los 43 minutos del segundo tiempo, pero el árbitro no cobró nada.
Tras estas reiteradas situaciones, todo Independiente se le fue al humo a Dóvalo una vez que sonó el pitido final, apurado ya que al juez se le estaba yendo de las manos el partido. Al retirarse de la cancha, expulsó a Marcone, quien había recibido la infracción al principio del encuentro. Lo cierto es que el arbitraje, una vez más en el fútbol argentino, fue lamentable, sobre todo por la insistencia en reanudar rápido las jugadas en lugar de revisar las posibles infracciones a favor de Independiente.