Barcelona se quedó con 10 jugadores en el primer tiempo contra PSG, y el zaguero uruguayo sugirió que el arbitraje estaba comprado.
Barcelona recibió hoy a Paris Saint-Germain en el Camp Nou para definir la serie por los cuartos de final de UEFA Champions League. La ida la había ganado 3-2 de visitante tras dar vuelta el resultado, con un doblete de Raphinha y un gol de Andreas Christensen. Mientras que Ousmane Dembélé, quien fue criticado por festejar su gol contra su ex equipo, y Vitinha, descontaron para los franceses. En la vuelta, los culés se pusieron en ventaja con un gol de Raphinha, pero pronto se complicó el panorama tras la expulsión de Ronald Araújo.
Barcelona perdió la pelota al minuto 28 del primer tiempo, lo que desembocó en un contraataque liderado por Bradley Barcola. El francés se iba solo contra el área de Ter Stegen, hasta que el zaguero central uruguayo lo frenó, con lo que el árbitro del encuentro, el rumano Istvan Kovacs, consideró que era una infracción. Y no solo una falta muy peligrosa para los parisinos, sino que también sancionó a Araújo con una tarjeta roja.
La expulsión de Araújo contra PSG y su polémico gesto
La decisión fue muy discutida, a tal punto que subió mucho la temperatura, tanto dentro de la cancha como en la afición, ya que muchos no creían que era para expulsión. Fue justo afuera del área, así que se salvaron de que sea considerado un penal. Pero lo cierto es que, para muchos, no debiera haber sido cobrada, ya que Araújo apenas le puso un brazo encima del hombro a Barcola, quien se dejó caer.
Kovacs consideró que Barcola era último hombre, razón por la cual dejó a Barcelona con 10 hombres a la primera media hora del encuentro. Y el hombre de la Selección de Uruguay no se lo tomó para nada bien: después de haber sido expulsado, se marchó hacia el vestuario haciendo un gesto polémico, en el cual sugirió que el arbitraje estaba comprado por PSG. Habrá que ver qué tipo de repercusión tiene aquel ademán, ya que bien podría ser sancionado por la UEFA.
Lo cierto es que el conjunto dirigido por Xavi Hernández tenía todo encaminado para pasar de fase, hasta que llegó aquel fatídico momento. Pronto después de la expulsión, PSG empató el encuentro 1-1 con un gol de Dembélé, quien una vez más cumplió con la ley del ex. Con esto, la serie se encuentra 4-3 y Barcelona deberá aguantar el resultado por lo que resta del partido.