El club de Boedo necesita resolver esta situación financiera si quiere incorporar nuevos refuerzos de acá a 2026.
San Lorenzo de Almagro enfrenta una situación financiera crítica que lo pone en una posición delicada para los próximos mercados de pases. La FIFA ha impuesto una sanción al club argentino que le impide incorporar nuevos jugadores durante 3 periodos consecutivos. Esta medida llega como respuesta a una acumulación de reclamos económicos de clubes y futbolistas a los que San Lorenzo debe sumas significativas, arrastrando problemas de deuda que ya habían condicionado la gestión deportiva en ocasiones anteriores.
El presidente de San Lorenzo, Marcelo Moretti, debe ahora gestionar una complicada herencia financiera. La reciente prohibición de fichajes es solo uno de los múltiples reveses que el club ha sufrido en este año, cuando varias inhibiciones previas ya pusieron a prueba su estabilidad económica y capacidad para competir al más alto nivel. A pesar de los esfuerzos de la actual dirigencia para poner en orden sus finanzas, el club de Boedo sigue atrapado en una espiral de deudas cada vez más oscuro.
Los detalles de las inhibiciones de la FIFA a San Lorenzo

La medida actual es más severa que las anteriores, extendiéndose por 3 mercados de pases completos. Esto significa que, si San Lorenzo no cancela sus deudas o no llega a acuerdos con los acreedores, el equipo no podrá sumar refuerzos hasta 2026, una situación alarmante para los hinchas y el cuerpo técnico, que deberán conformarse con la plantilla actual y nutrirse de juveniles para competir en los torneos venideros. La FIFA especificó que las prohibiciones podrán ser levantadas solo si el club salda completamente sus deudas o establece un convenio de pago aceptado por los acreedores.
Frente a esta dura sanción, Moretti y su equipo directivo tienen un camino claro: abonar la deuda total (la nueva sería de alrededor de 300 mil dólares) o acordar nuevas condiciones de pago. En caso de no cumplir con alguna de estas opciones, el club corre el riesgo de quedarse en una posición de desventaja, ya que, sin poder incorporar jugadores, sus posibilidades de reforzar el equipo y competir por títulos se verán gravemente afectadas.

La situación financiera y el alcance de la inhibición plantean interrogantes sobre el futuro del club y el rol de la actual dirigencia para sacar adelante a San Lorenzo. Mientras tanto, los hinchas deberán resignarse a ver cómo su equipo enfrenta los desafíos sin refuerzos, a menos que la dirigencia logre encontrar una solución económica en el corto plazo. Con Miguel Ángel Russo como DT, levantó un poco la cabeza pero habrá que ver cómo afecta esto al rendimiento en los próximos partidos.