El ex director deportivo de Boca corrigió algunas concepciones erróneas que la gente tiene sobre esta figura.
La gestión deportiva en los clubes de la Liga Profesional de Fútbol atraviesa una etapa de reinvención. En un contexto donde las necesidades financieras y la competitividad internacional exigen estrategias innovadoras, figuras como Cristian Malaspina y Nicolás Burdisso emergen como referentes de un enfoque modernizador. Ambos protagonizaron una charla en el Olé Sports Summit 2024, donde debatieron sobre infraestructura, modelos de gestión y el papel crucial del director deportivo en la construcción de proyectos exitosos.
Uno de los temas centrales fue el desafío de financiar proyectos sin recurrir a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Malaspina, presidente de Argentinos Juniors, destacó cómo su club ha logrado inversiones significativas, como el desarrollo de un centro de alto rendimiento, sin perder su esencia de asociación civil. “Estamos todo el tiempo buscando ingresos. Desde que FIFA prohibió derechos económicos de terceros, se perdieron las garantías para que un tipo pueda poner plata en un club y que recupere cuando vendan a un jugador”, expresó.
En este contexto, Nicolás Burdisso aportó una visión complementaria desde su experiencia como director deportivo, un rol muchas veces malinterpretado en el fútbol argentino. Según el ex director deportivo de Boca y Fiorentina, su trabajo es más amplio que la mera selección de fichajes en el mercado de pases o la supervisión de entrenadores.
Qué dijo Burdisso sobre el rol del director deportivo
Según expuso Burdisso, el director deportivo tiene una fotografía completa del club. Su función es unir todas las piezas, no limitar al entrenador, sino potenciarlo. Uno de los mayores desafíos, según él, es combatir la percepción errónea de que el éxito del director deportivo depende únicamente de los fichajes. “Hay un mito grande de juzgar a los manager o directores deportivos por el éxito de los fichajes, pero hay un día a día con la gente que administra el club, entrenadores y toda la estructura: inferiores, datos, scouting, búsqueda de jugadores y gestionar personas que tienen que ver con un resultado también”.

Burdisso defendió la importancia de una relación de confianza entre el entrenador, el director deportivo y el presidente del club. Según el exfutbolista, los mercados de pases son un ejemplo claro de esta dinámica: afirmó que el entrenador aporta ideas tácticas; el director deportivo analiza el mercado y presenta opciones que se ajustan al presupuesto.
Para ambos referentes, el rol del director deportivo es esencial para minimizar errores en decisiones clave como las contrataciones. Sin embargo, Burdisso subrayó la importancia de educar a los clubes y a la opinión pública sobre el verdadero alcance de esta posición. “No hay nadie más interesado que al DT le vaya bien que el presidente y el director deportivo”, concluyó.