Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, anunció los premios de este certamen, que son más altos que nunca.
El sorteo de la fase de grupos de la Copa Sudamericana definió el camino de los equipos argentinos en el certamen. Independiente, Defensa y Justicia, Huracán, Godoy Cruz, Unión y Lanús conocieron a sus rivales y ya comienzan a preparar sus estrategias para avanzar lo más lejos posible en el torneo. La competencia, que se disputará desde el 1 de abril hasta el 29 de mayo en su fase de grupos, promete duelos emocionantes en cada zona desde el principio del certamen.
Más allá del prestigio deportivo y la posibilidad de sumar un nuevo título internacional, la Copa Sudamericana representa una gran fuente de ingresos para los equipos participantes. En los últimos años, la Conmebol ha incrementado los premios económicos, buscando hacer más atractiva la competencia y brindar un apoyo financiero significativo a los clubes del continente. Desde 2015 hasta la fecha, la distribución de dinero por torneos de clubes creció un 426% en esta copa.
Los premios de la Copa Sudamericana
Según anunció el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, el equipo que se consagre campeón de la Copa Sudamericana 2025 recibirá 6,5 millones de dólares, medio millón más que en la edición anterior. Este monto es solo una parte de los ingresos que pueden obtener los clubes, ya que también perciben dinero por cada fase en la que compiten.
Desde la fase de grupos, los equipos reciben premios económicos por su participación. En la edición pasada, cada club ganó alrededor de 900 mil dólares por disputar esta instancia. A medida que avanzan en la competencia, los montos aumentan: los octavos de final otorgan 550 mil dólares, los cuartos 600 mil, las semifinales 1 millón y el subcampeón se lleva 2 millones de dólares.
En total, si un equipo argentino logra una campaña perfecta y se consagra campeón ganando todos sus partidos desde la fase de grupos, podría embolsar cerca de 10 millones de dólares. Esta cifra no solo representa un incentivo deportivo, sino también una inyección económica clave para las finanzas de los clubes. Sobre todo en un fútbol argentino golpeado económicamente, donde los premios por ganar el certamen local son tan bajos, los equipos lo darán todo para hacerlo lo mejor posible.