River todavía no convence a pesar de la millonaria inversión de la dirigencia de los últimos mercados de pases, y Gallardo está bajo presión.
River Plate empató 0-0 contra Barcelona de Ecuador ante un estadio Monumental sin público, por la fase de grupos de la Copa Libertadores. Más allá de la falta de público, la realidad es que el equipo dirigido por Marcelo Gallardo, una vez más, generó poco y nada. En cierta forma, la ausencia de los hinchas puede haber llegado a ser una bendición para el Millonario, ya que seguramente se hubieran escuchado los silbidos que aparecieron en el empate contra Rosario Central.
El debut contra Universitario en Perú había dejado la sensación de que, si bien a River le costaba en la Liga Profesional, a nivel internacional iba a ser otra cosa. Sin embargo, los jugadores no convencieron, y esto es cada vez más inentendible e inaceptable para la afición. Y es que la dirigencia de Jorge Brito invirtió una fortuna desde que volvió el Muñeco, en un equipo que todavía parece que no arranca.
La fortuna que gastó River y qué dijo Gallardo tras el empate con Barcelona
En los últimos dos mercados de pases, River desembolsó más de 50 millones de dólares. Las compras más caras fueron las de Kevin Castaño (13,8 millones), que en su cuarta presencia al hilo ilusiona al hincha pero no mucho más que eso; y Sebastián Driussi (10 millones), que se convirtió en un caso de estudio. El delantero llegó de la MLS para darle gol al Pincha, y no solo todavía no marcó en en 11 cotejos, sino que contra los ecuatorianos hasta le atajaron un penal.
Gallardo tiene en claro que las expectativas son otras, y después del partido en conferencia de prensa les metió presión. “Los jugadores que están bajos deberán levantar, es así. Hay que hacer méritos y seguir trabajando para levantar”, afirmó. Al mismo tiempo, habló de un vestuario con un “sabor muy amargo”, pero también aprovechó para disipar el ambiente que lo rodea.
Al encarar a los periodistas, afirmó que “vengo acá y los veo a ustedes cabizbajos, y yo les tengo que levantar el ánimo a ustedes. Los veo bajos y no es todo negativo”, dijo para intentar deshacerse del pesimismo que rodea al mundo River hoy en día. Quizá no es para encender todas las alarmas, pero la realidad es que el club hoy no está a la altura de lo que exige su historia, y de lo que invirtió la dirigencia para armar un súper equipo.