Pasan los partidos y Talleres no levanta cabeza. Pero, en adición a este gran problema, hay algunos jugadores que causaron un gran problema y su futuro en el club está en el abismo.
Talleres solamente suma dos victorias en lo que va del año sumada al triunfo por penales de la Supercopa Internacional. Sin embargo, el panorama deportivo es caótico debido a que está sin entrenador y eso incomoda a los hinchas, que no quieren que Pablo Guiñazú mantenga su interinado.
Esto provoca que haya un gran drama y que las tensiones estén a flor de piel en el conjunto cordobés. Eso se vio reflejado después de la derrota ante Vélez que le quitó prácticamente el 90 % de las chances de clasificar a los playoffs de la Liga Profesional y lo deja solo con la Copa Libertadores durante el semestre, aunque el comienzo de esta competencia fue espantoso para la T.
Talleres de Córdoba podría dejar ir a dos jugadores por un problema extrafutbolístico
Cuando sonó el pitazo final que decretó una nueva caída de Talleres, los hinchas despidieron al equipo con una enorme silbatina. Esto es porque entienden que el club no convierte las chances de gol que genera y presenta grandes ventajas defensivas.
Andrés Fassi, el presidente del club, tampoco se salvó y fue insultado al igual que toda la comisión directiva. Parece que ni el título logrado a principios de marzo pudo contener el enojo de los hinchas. Claro que el trofeo fue importante, pero nada se compara a estar tan retrasado en el torneo local.
Pero hay dos jugadores que quizás no vuelvan a jugar en el club por dos hechos repudiables. En primer lugar aparece Sebastián Palacios, que es uno de los más cuestionados por los hinchas. Tras el encuentro hizo gestos a los hinchas que insultaban al equipo y fue el arquero Guido Herrera quien lo debió frenar para “protegerlo”.
Por otra parte, llegando al túnel, el paraguayo Matías Galarza Fonda tampoco se quedó atrás. El jugador se apuntó al escudo y mostró la estrella que ganó el club, haciendo alusión a que habían logrado un título en el club y no merecían recibir los gritos.
Lógicamente el hincha explotó por estas actitudes y Pablo Guiñazú los acercó a una posible salida del club: “Hay que tener calma y frialdad. Se los dije a los jugadores. Acá es donde te das cuenta qué no todo el mundo puede jugar al fútbol profesional porque en estos momentos son pocos los que pueden administrar y seguir”.
En ese sentido, respaldó a la gente indicando que “no se le puede reprochar nada” y afirmó el compromiso del equipo: “hay que cerrar la boca y trabajar”.
Está claro que los jugadores cometieron un error gravísimo, pero ahora será cuestión de esperar que decisión toma Talleres. En un primer momento todo hace parecer que no jugarán más, pero quizás haya solo una simple reprimenda.