El uruguayo mencionó en varias ocasiones su amor por la camiseta azul y oro, y es posible que esto se de en el próximo mercado de pases.
Se acerca el Superclásico, y mientras que River todavía tiene un duelo pendiente por Copa Libertadores en esta semana, en Boca ya están 100% enfocados en el domingo. Fuera de eso, la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme y su Consejo de Fútbol tienen claro que se acerca una ventana de transferencias muy importante. Y es que a mitad de año, tendrán la oportunidad de reforzar el equipo, antes del Mundial de Clubes.
Mientras Fernando Gago se aferra a su cargo gracias a una buena racha en la Liga Profesional, los dirigentes ya piensan en el próximo libro de transferencias. Y en ese horizonte aparece un nombre que emociona tanto a los hinchas como al propio jugador: Lucas Torreira. El mediocampista uruguayo, que milita en Galatasaray de Turquía, ha reiterado su amor por Boca en múltiples ocasiones y no oculta su deseo de jugar en La Bombonera.
Lucas Torreira cambió de agencia y se acerca a Boca
Pero en las últimas horas, se produjo un movimiento silencioso que podría marcar un punto de inflexión: el futbolista de 28 años cambió de agencia de representación y ahora forma parte de GG11, la misma empresa que supo llevar la carrera de Rodrigo Palacio, un histórico con pasado boquense. Aunque este gesto pueda parecer menor, en el mundo del fútbol estas decisiones suelen anticipar futuros cambios de rumbo, sobre todo cuando estamos tan cerca del próximo mercado de pases.
Torreira, quien llegó a Galatasaray en 2022 a cambio de 7 millones de euros, renovó contrato recientemente hasta 2028. Sin embargo, en sus propias palabras, avisó que el conjunto turco será su “último club en Europa”. “No quiero pasar por vendehumo, pero me muero por jugar en Boca”, declaró en una entrevista con ESPN, en la que además aseguró que habla frecuentemente con Riquelme y mantiene una estrecha relación con Edinson Cavani.
Más allá del lazo emocional, los obstáculos económicos siguen siendo grandes. El salario que percibe en Europa es elevado para el fútbol argentino, y sólo un escenario de libertad de acción o una fuerte resignación económica por parte del jugador podrían acercar su arribo. De todas formas, Boca tiene la obligación de ganar algo importante en 2025, y con el Mundial de Clubes a la vista, es el momento de ir a fondo con la jerarquía que llegue a mitad de año.