Repasamos las historias de estos jugadores, que en algún punto de sus carreras decidieron cambiarse de bando.
En pocos lugares se vive con tanta pasión el fútbol como en la provincia de Córdoba. Allí, Talleres e Instituto, dos de los clubes más grandes de la provincia, protagonizan una de las rivalidades más históricas del interior argentino. Cada vez que se enfrentan, se vive con intensidad tanto por parte de los hinchas, como de los propios clubes y sus jugadores.
Por supuesto que para los futbolistas, si bien muchos de ellos son hinchas de un cuadro o el otro, el fútbol sigue siendo un trabajo. Es por eso que hubo varios jugadores a lo largo de la historia que vistieron las dos camisetas. Esto muchas veces cae mal en la afición, pero en este caso nos enfocamos en aquellos que fueron refuerzos de ambos en el mercado de pases, es decir que no surgieron en ninguno de los dos clubes. Repasamos 7 de los casos más emblemáticos de esto entre el Matador y la Gloria.
Santiago Raymonda
Surgido en Central Córdoba de Rosario y con una extensa trayectoria por clubes del país y del exterior, Santiago Raymonda dejó su huella en Instituto cuando fue pieza clave del equipo que logró el ascenso a Primera División en 2003. El mediocampista ofensivo, apodado “Patito”, se ganó el cariño de la gente al liderar la creación de juego en ese histórico equipo albirrojo.
Años después, su carrera lo llevó a vestir la camiseta de Talleres, aunque su paso por el club de barrio Jardín no fue tan destacado como en la Gloria. Raymonda cerró su carrera en el ascenso argentino y actualmente forma parte del cuerpo técnico de Javier Gandolfi en Atlético Nacional de Colombia.
Hernán Encina
El “Sapito” Encina, un talentoso volante ofensivo rosarino, tuvo una trayectoria extensa por Argentina y el exterior. En Córdoba, dejó su marca en ambos clubes: primero en Instituto, donde jugó en la temporada 2011-2012, y más tarde en Talleres, en 2016, cuando ya transitaba el final de su carrera
Aunque su paso por ambos equipos fue breve, su figura es recordada por su estilo de juego eléctrico y su carisma. En la actualidad, sigue vinculado al fútbol amateur y conserva el respeto de los hinchas de ambas instituciones.
Javier Lux
Inició su carrera en Racing, donde jugó desde 1995 hasta 2002. Allí pasó a Talleres de Córdoba, y tras un corto ciclo en Estudiantes, jugó la temporada 2004/2005 y la Promoción 2005 en Instituto. Pasó por clubes como Banfield, Arsenal y Belgrano antes de retirarse en el 2008. Cabe destacar que es el hermano de Germán Lux, el ex arquero de River.
Javier Velázquez
Con más de 200 tantos en su carrera y seis ascensos en su haber, Velázquez tuvo pasos por todos los niveles del fútbol nacional. Aunque su pico de rendimiento se dio en Defensores Unidos, club del que es ídolo absoluto, el delantero nacido en Zárate también tuvo un fugaz paso por los clubes cordobeses.
Velázquez vistió la camiseta de Instituto en el 2006 y más tarde, aunque con menor protagonismo, pasó por Talleres. Aunque su historia en Córdoba no fue la más destacada de su carrera, figura en los registros como uno de los pocos delanteros que jugó en los dos clubes más importantes de la provincia.
Jonathan Bay
Jonathan Bay es uno de los casos más recientes de jugadores que cruzaron de vereda. Formado en Racing de Córdoba, el lateral chaqueño llegó a Talleres en 2015 para disputar el Torneo Federal A. Ese año fue clave en el plantel que consiguió el campeonato y el ascenso a la B Nacional. Al año siguiente, aunque con menos participación, integró el grupo que devolvió a la T a Primera División.
Después de su paso por Ferro y un ciclo exitoso en Central Córdoba de Santiago del Estero, donde también logró el ascenso a Primera, Bay recaló en Instituto a principios de 2023. En la Gloria sumó experiencia y aportó regularidad en el lateral izquierdo.
Cristian Manfredi
Debutó en Platense y pasó por varios clubes, incluyendo a Talleres, antes de recalar en Instituto, donde se retiró en 2005. En 2023 se sumó al cuerpo técnico de Lucas Bovaglio en Instituto. Desde el banco, participó en la campaña que devolvió protagonismo a la Gloria en la máxima categoría.
Julián Maidana
El defensor nacido en Lomas de Zamora llegó a Instituto en 1996 y, tras una destacada temporada, fue transferido a Talleres en 1998. Allí vivió los momentos más gloriosos de su carrera: fue campeón de la Primera B Nacional, logró el ascenso a Primera y fue figura en la obtención de la Copa Conmebol 1999, donde marcó el gol decisivo en la final.
A pesar de que su nombre quedó grabado en la historia grande de Talleres, su vínculo con Instituto también fue relevante. Luego de pasar por clubes como Racing Club, Newell’s, Gremio y Livingston de Escocia, volvió a Talleres en 2007 antes de retirarse.