El director técnico de la Selección Argentina Sub-23 halagó al jugador surgido de Boca Juniors que metió la asistencia de la clasificación.
Valentín Barco es un jugador único, no hay ninguna duda sobre eso. El joven zurdo surgió de las divisiones inferiores de Boca Juniors y ha demostrado ser un jugador diferente desde muy chiquito. Cuando llegó a primera, no defraudó: a pesar de su corta edad y de que el contexto no siempre lo acompañó, se convirtió en el futbolista más importante del equipo y en uno de los mejores del continente.
Gracias a sus destacadas actuaciones, fue vendido al Brighton de la Premier League en una suma millonaria y se ganó la confianza de Javier Mascherano para integrar las juveniles de la Selección Argentina. Sin embargo, a pesar de tener un talento impactante, su estilo de juego ha generado muchísima polémica y casi siempre está en el ojo de la tormenta. ¿Qué opina su técnico sobre esto?
El halago de Mascherano a Valentín Barco

Valentín Barco dio la asistencia de la clasificación: gracias a su excelsa zurda, Luciano Gondou marcó el único gol del partido ante Brasil. Su aporte ha sido fundamental para que la “Albiceleste” logre el objetivo de sacar boleto a los Juegos Olímpicos de París, pero también ha sido muy criticado por su conducta. Además de hacerse echar de forma innecesaria contra Venezuela, contra la “Canarinha” fue protagonista de varias jugadas controversiales.
Por eso, en DSports le preguntaron a Javier Mascherano sobre él. Y el entrenador no dudó en halagarlo: “Tengo una gran relación con él, tenemos largas charlas. Es un jugador diferente a todos, único en su posición. Barco es el bombo: para adelante va como nadie, tiene una condiciones únicas. Hay que tener siempre en cuenta que esta es una selección juvenil”. Queda claro que será clave en el proyecto futbolístico del combinado nacional en el futuro cercano.
Mascherano se cansó de las críticas despiadadas

Por otra parte, Mascherano le dedicó un tiempo a sus detractores: “Hay cosas mucho más importantes en mi vida que el fútbol: mi familia, la gente que me quiere. Puedo vivir sin el fútbol tranquilamente. El día que me afecte lo que digan, me quedo en casa, pero no me gusta que me agredan sistemáticamente. Creo no hacerle nada a nadie. Yo no puedo cambiar la visión que puede tener la gente sobre mí. Nunca me comporté mal con nadie. No hay nada más lindo que vengan los jugadores y me den un abrazo. Eso significa que no estoy fallando como persona”.