El entrenador de la Selección Argentina vivió la consagración en el Mundial de Qatar 2022 de una manera más que particular. ¡Cayó tarde!
Hoy, 16 de mayo, está cumpliendo 46 años uno de los mejores entrenadores de toda la historia del fútbol argentino. Sí, con esa edad y con apenas 6 años de carrera, Lionel Scaloni ya entró en esa consideración y, de seguir así, lo único que hará es agigantar su legado. Está marcando una era gracias al estilo que le impuso al combinado nacional: además de conseguir resultados extraordinarios y festejar todo tipo de títulos, nos devolvió la identidad.
El oriundo de Pujato está de festejo mientras se prepara para disputar la Copa América 2024. Su único objetivo actualmente es repetir lo hecho en 2021 y salir campeón del torneo continental: sabe que la vara está muy alta y no alzar el trofeo sería una decepción enorme. Esto, a pesar de obligarlo a mantener una exigencia impresionante que le permite seguir en lo más alto en todas las competiciones, también lo ha desgastado, por lo que su futuro como técnico de la “Albiceleste” está en el aire.
La reacción de Scaloni al penal de Montiel

En su cumpleaños, en Top Mercato queremos revivir uno de los momentos más importantes, emocionantes y curiosos de Lionel Scaloni en su vida. Se dio el 18 de diciembre de 2022 en el Estadio Lusail: aquella noche, la Selección Argentina derrotó a Francia por penales tras igualar 3-3 en la mejor final de todos los tiempos. Luego de sufrir el renacer de los europeos a través de un intratable Kylian Mbappé, la moneda cayó de nuestro lado.
Lionel Messi, Paulo Dybala y Leandro Paredes convirtieron sus disparos; mientras que “Dibu” Martínez atajó uno (a Kingsley Coman) y desvió otro con la mirada (a Aurélien Tchouaméni). Esto le dio a Gonzalo Montiel una oportunidad única: el título del mundo quedó en sus pies. El jugador surgido de las divisiones inferiores de River Plate, infalible en este tipo de escenarios, tomó carrera, respiró hondo, engañó a Hugo Lloris y mandó la pelota al fondo de la red. Campeones.
¿Cómo reaccionó el director técnico del combinado nacional a esta situación? Con cara seria, vio cómo “Cachete” anotó su penal y todos los miembros de la selección enloquecieron por completo para festejar la proeza. A él, al principio, esto no le afectó en nada: incrédulo, se quedó quieto, de brazos cruzados y casi sin hacer gestos con el rostro. A los pocos segundos, comenzó a bajar la mirada y fue abrazado por uno de sus colaboradores.
El oriundo de Pujato estuvo lejos de reaccionar como el resto de los argentinos. Parecía estar conteniendo todas sus emociones. No quería caer en lo que había logrado: se había sumado a la prestigiosa lista de técnicos campeones del mundo, en la que lo esperaban César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo. En lugar de explotar de felicidad, se dio media vuelta, fue a sentarse al banco de suplentes y tomó agua. En ese momento, sus ojos empezaron a lagrimear.
La ficha, sin embargo, le cayó un rato después. Una imagen que todos tenemos en la retina: volvió a acercarse a la línea de cal, se persignó y soltó todo lo que se estaba guardando. Como todos nosotros, se largó a llorar desconsoladamente y fue embestido por Leandro Paredes, quien lo abrazó y lo contuvo. Un momento que quedará en la historia grande de nuestro fútbol.