Muy pocos se acuerdan de este momento: Diego Armando utilizando una casaca del DT que le dio la tercera estrella mundial a la Selección Argentina.
Si uno piensa en la relación que tenían Diego Armando Maradona y Lionel Scaloni, automáticamente se le viene a la cabeza aquella mítica conferencia de prensa del Pelusa dirigiendo a Dorados de Sinaloa, equipo de México. Allí, cuando le preguntaron sobre el oriundo de Pujato, lo liquidó y le pidió que deje la Selección Argentina.
“No hay respeto. Ahora ponen a Scaloni. Scaloni es un gran muchacho pero no puede dirigir ni el tráfico. ¡Cómo le vamos a dar la Selección Argentina a Scaloni! ¿Estamos todos locos? No tiene la culpa de estar ahí. A Scaloni lo empujaron y él está. El problema es que se crea técnico mañana y diga ‘no, yo quiero ir al Mundial'. No, vos podés ir al Mundial de motociclismo, de fútbol no”, sentenció el campeón del mundo en 1986. Una declaración que quedó para la historia.

Sin embargo, entre Maradona y Scaloni había un excelente trato previo a esta situación. Compartieron lindos momentos en distintos contextos, ya sea en Newell's, Deportivo La Coruña o en partidos de despedida de algunas leyendas. Pero, sin dudas, uno de los más emotivos se dio en el 2005, en un torneo amistoso al que asistió el zurdo.
El día que Maradona usó la camiseta de Scaloni

Tras la consagración del Deportivo La Coruña en La Liga 1999/2000, Lionel Scaloni utilizó en los festejos la camiseta de Diego Armando Maradona, algo que conmovió al 10. Un tiempo después, se lo vio a él con una remera del equipo español: se la había regalado el Turu Flores. Pero esto no quedó ahí…
El actual entrenador de la Selección Argentina también le envió un presente al Pelusa, y esto quedó comprobado en un torneo amistoso de fútbol 5 que se disputó en el año 2005. Diego fue a las canchitas ubicadas en el barrio de Boedo con la casaca del defensor y nos regaló una imagen que, con el tiempo, tomó aún mucho más valor.
Con la 12 en la espalda, Maradona tiró magia y todo quedó registrado ante las cámaras. A pesar de que años después destrozó a su amigo por no verlo con capacidad para dirigir a la Albiceleste, el propio Lionel Scaloni prefiere quedarse con este tipo de recuerdos. Y qué bien que hace.