Sorprendió a los hinchas con un golazo contra Talleres, y ya se los empezó a ganar: la historia de película de Luciano Cabral.
La historia de Luciano Cabral es de película. De promesa del fútbol argentino a protagonista de un caso policial que lo llevó a prisión, su vida parecía haber llegado a un punto sin retorno. Sin embargo, el fútbol, ese mismo que lo vio nacer en General Alvear, Mendoza, le tendió una mano cuando todo parecía perdido. Tras brillar en Chile y recuperar su nivel, hoy viste la camiseta número 10 de Independiente, con la misión de devolverle la creatividad al mediocampo del Rojo.
Cabral comenzó su carrera en Argentinos Juniors, donde compartió vestuario con nada menos que Juan Román Riquelme, y despertó el interés de varios clubes. Su talento lo llevó a la selección argentina Sub-20 y, más tarde, a defender los colores de Chile, país donde también dejó su huella. Un paso breve por Athletico Paranaense en Brasil parecía abrirle las puertas a una carrera internacional prometedora, pero su vida cambió radicalmente en 2017.
La historia de Luciano Cabral, el 10 de Independiente
El 1 de enero de ese año, un episodio violento en Mendoza terminó con un hombre asesinado. Cabral y su padre fueron acusados del crimen, y el futbolista recibió una condena de 9 años y medio de prisión. Tras pasar 5 años en la cárcel, obtuvo la libertad condicional en 2022. “Se siente miedo día a día estando preso”, reconoció en una entrevista con el canal DSports, dejando en claro que la experiencia lo transformó para siempre.
Con el deseo de volver a jugar al fútbol, Cabral encontró una oportunidad en Coquimbo Unido. Allí, en la liga chilena, demostró que su talento seguía intacto: 52 partidos, 7 goles y actuaciones que lo catapultaron nuevamente al radar de equipos importantes. Incluso, llegó a vestir la camiseta de la selección chilena en Eliminatorias, aunque la Copa América 2024 se le negó por restricciones vinculadas a sus antecedentes penales.
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— C. A. Independiente (@Independiente) January 29, 2025
Su buen rendimiento llamó la atención del Grupo Pachuca, que lo fichó para León en México. Sin embargo, esto duró poco: el mediocampista pidió salir del club por motivos personales y fue Independiente quien apostó por él. Con la llegada de Julio Vaccari al banco del Rojo, necesitaban reforzar su plantel con jugadores de buen pie. Cabral, de 29 años, encajaba perfecto en esa idea y la dirigencia no dudó en hacer el esfuerzo económico: Independiente adquirió el 70% de su pase por 1 millón de dólares.
Apenas 2 partidos le bastaron para empezar a ganarse el cariño de los hinchas. En el duelo ante Talleres en Córdoba, su magia se hizo presente en el minuto 92: eludió a dos rivales, dejó en el suelo al arquero Guido Herrera y definió con clase para darle el triunfo a Independiente por 3-2. “¿El gol de Cabral? Puff, un distinto. Yo hubiera pateado tres veces antes de hacer lo que hizo”, reconoció Vaccari en conferencia de prensa. Así es como comenzó la nueva oportunidad de Cabral, el nuevo 10 de Independiente, que quiere dejar atrás su pasado para escribir un nuevo capítulo en el fútbol argentino.
