Andrés Fassi, presidente de Talleres, tomará cartas en el asunto tras el pobre presente futbolístico que atraviesa el Matador.
La situación en Talleres de Córdoba está lejos de ser ideal. Hace apenas dos semanas, el equipo se consagraba campeón de la Supercopa Internacional ante River Plate, un título que generaba ilusiones en la hinchada. Sin embargo, el presente es completamente distinto. Una serie de resultados adversos en el torneo local y una insólita eliminación en la Copa Argentina encendieron todas las alarmas en el club.
La derrota ante Deportivo Armenio, un equipo de la tercera categoría del fútbol argentino, fue el punto de quiebre. Talleres ganaba 2-0 y tenía el partido bajo control, pero en apenas 5 minutos se lo dieron vuelta. En el torneo local, la T apenas ganó un partido en 9 fechas. Además, el equipo solo anotó 5 goles, un problema recurrente que ni los cambios de esquema ni la rotación de delanteros han logrado solucionar. Con el clásico ante Belgrano a la vuelta de la esquina y el inminente debut en la Copa Libertadores ante São Paulo, la crisis deportiva se profundiza.
Andrés Fassi volvió de México para reunirse con el plantel de Talleres
Ante este panorama, el presidente de Talleres, Andrés Fassi, tomó cartas en el asunto y regresó de México para reunirse con el plantel. Su visita no es casualidad: quiere analizar de primera mano la situación interna del equipo y mantener un encuentro con los jugadores, cuyo capitán es Guido Herrera. El clásico es uno de los puntos clave, pero también la Copa Libertadores y la situación del DT, según informaron desde diversos medios.
Fassi, quien suele ser muy crítico en sus intervenciones, busca generar un golpe de efecto anímico en el plantel. Si bien su discurso se caracterizará por la autocrítica, también apunta a reactivar la motivación de los jugadores. Mientras tanto, la continuidad de Alexander Medina está en el ojo de la tormenta. Si bien desde la dirigencia no han hecho declaraciones públicas sobre su situación, la presión sobre el entrenador uruguayo es cada vez mayor.
Es lógico que el Cacique esté cuestionado, y la dirigencia debe definir si continuará al mando o si es momento de un cambio en el banquillo. El clásico ante Belgrano, que se jugará el próximo domingo en Alberdi, podría ser determinante para el futuro inmediato del entrenador y de algunos futbolistas. Además, el debut en la fase de grupos de la Libertadores también podría marcar un antes y un después en la institución.