Desde la llegada de Julio Vaccari a Independiente, se invirtió alrededor de 10 millones de dólares en el mercado de pases. Con ese dinero, el Rojo se convirtió en un súper equipo.
No sería desacertado decir que Independiente fue el ganador de los últimos 2 mercados de pases de la Liga Profesional de Fútbol. Equipos como Boca y River gastaron fortuna y trajeron jugadores de jerarquía, pero hasta el momento no los acompaña ni el rendimiento ni los resultados. Los otros grandes, Racing y San Lorenzo, tuvieron algunos aciertos, en especial la Academia, pero también se llevaron unos cuantos chascos.
Otros equipos de la liga argentina no tienen los mismos medios que los grandes, pero incluso gastando a la par de ellos, como en los casos de Talleres y Estudiantes, tampoco lograron demasiado. Pero el Rey de Copas, a pesar de su historia y jerarquía, no atraviesa un momento bueno desde lo económico. A pesar de invertir el poco dinero disponible en sus arcas, salió ganando. La clave de esto tiene que ver con el scouting, y con la llegada de Julio Vaccari.
Cómo Vaccari cambió la política de fichajes de Independiente
El entrenador le cambió la cara al equipo no solo desde lo táctico, sino también con su capacidad para observar jugadores y de traer a los más acertados para que se puedan adaptar a su esquema. Porque el rol del técnico no se detiene en la pizarra, sino que en su caso también tiene una mano en los procesos dirigenciales que implican fichar a un futbolista. Esto se puede ver claramente en cómo se manejaba Independiente antes en los libros de pases, y cómo se mueve ahora.
En años anteriores, la dirigencia podía llegar a gastar altas cantidades de dinero en jugadores que no rendían, y que incluso después los metían en problemas financieros. Jugadores como Cecilio Domínguez (5,3 millones de dólares), Silvio Romero (3,4 millones), y Lucas Romero (4 millones) vienen a la cabeza. Desde la llegada de Vaccari, el gasto total en todos los refuerzos que llegaron se aproxima a los 10 millones de dólares.
¿Cómo se logró esto? En pocas palabras, sabiendo qué se busca y cuáles son las limitaciones del club. Vaccari se empezó a mover sin hacer mucho ruido en el mercado de pases y se quedó con jugadores por poco o nada de dinero. A Kevin Lomónaco, hoy uno de los mejores defensores del fútbol argentino, lo trajo cedido desde RB Bragantino, y luego hizo el esfuerzo económico de comprar su pase por 3 millones de dólares.
Es decir que si gasta, lo hace por jugadores que ya sabe que valen la pena. Al mismo tiempo, las figuras de hoy en día le salieron muy baratas en comparación a lo que están rindiendo. Santiago Montiel (1,35 millones), Felipe Loyola (1,65 millones) y Luciano Cabral (2,15 millones) son grandes ejemplos de esto. De esta manera, el club no solo se asegura un plantel bueno para el presente, sino ganancias exponenciales a largo plazo si decide venderlos.
Asimismo, se trajo jugadores como Sebastián Valdez y Pablo Galdames en condición de libre, que ya se ganaron su lugar en el esquema del DT. Incluso apostó a futuro con la llegada de Lucas Román desde la cantera de Barcelona, también libre. Y al igual que hizo con Lomónaco antes, este año llegaron Rodrigo Fernández Cedrés, Nicolás Freire y Joaquín Blázquez a préstamo, con lo cual si están satisfechos con su rendimiento los comprarán.
Para repasar las claves, se trata de un sistema en el que ojean jugadores en clubes dispuestos a venderlos o cederlos por poco dinero, o bien que puedan fichar libres. Futbolistas jóvenes que puedan nutrirse de la experiencia de alrededor y crecer, para luego potencialmente venderlos. Y se trata de hacer un scouting exhaustivo para cada uno de ellos, de manera en la que no se gaste nunca más de lo que vale un jugador, algo que le viene excelente al Rojo tanto en el corto como en el largo plazo.