Marcelo Gallardo, el mismo entrenador que estuvo ahí para el momento más glorioso de River, es responsable de esta crisis.
River Plate está en uno de los peores momentos de los últimos años, y esto es algo que avalan los números. Por supuesto que es una institución que conoció su peor momento histórico a fines de la década del 2000 y principios del 2010, cuando perdió la categoría. Pero el ciclo de Marcelo Gallardo lo llevó a conocer unos años de gloria, tanto a nivel local como internacional. Por esas vueltas de la vida, el propio Muñeco es quien lleva el timón ahora en esta crisis futbolística.
Viéndolo desde los resultados, esto no parece tan grave. Anda en 8° posición de la tabla anual, bastante bajo para ser uno de los dos gigantes del fútbol argentino, pero también disputa la Copa Libertadores, donde tiene 1 victoria y 1 derrota. El problema aparece cuando nos ponemos más minuciosos con esos resultados, y nos empezamos a fijar en los goles que convierte River.
El River con menos goles de toda la historia
Ahí es cuando se ponen en la mira los refuerzos llegados en este mercado de pases, donde la dirigencia encabezada por el presidente Jorge Brito se gastó más de 50 millones de dólares en traer a jugadores de renombre y jerarquía, elegidos a dedo por Gallardo. Y es que a pesar de esta enorme inversión, el Millonario tiene actualmente el peor promedio de gol en su historia: 0,88 tantos por partido en lo que va del 2025.
Es decir que convirtió 15 goles en 17 partidos, algo que explica la cantidad de empates que se está llevando el equipo de Gallardo. Esto preocupa tanto al entrenador como en la hinchada, que lo silbó en los últimos partidos en el estadio Monumental. Su máximo goleador es Miguel Borja, con 4 tantos, un futbolista muy resistido que, según los datos de Sofascore, se erró 9 ocasiones claras en lo que va del año.
Y es que River es, al mismo tiempo, el club con más posesión, remates y chances de gol generadas de este 2025. Por eso, las críticas apuntan a dos refuerzos. En primer lugar a Enzo Pérez, en parte responsable por esta posesión, pero que hace muy poco para convertirla en peligro. Y por otro lado a Sebastián Driussi, un jugador que con 13 partidos disputados y 650 minutos en cancha, todavía no logró marcar un gol ni dar una asistencia. La paciencia se agota, y el equipo tiene que mostrar una mejoría pronto.