El ídolo millonario no logra dejar atrás las lesiones, y su continuidad en el club está en duda. Gallardo ya sigue de cerca su evolución.
River Plate atraviesa un gran momento deportivo tras vencer a Boca e hilvanar cuatro triunfos consecutivos al hilo. Sin embargo, Gonzalo Pity Martínez, uno de los jugadores más queridos del plantel atraviesa un duro momento . El mediocampista ofensivo, que regresó al club en 2023 para intentar recuperar su mejor versión, viene arrastrando una seguidilla de lesiones que complican su rendimiento y generan dudas en Núñez.
Después de romperse los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda en enero de 2024, el zurdo recién volvió a las canchas en octubre de ese año. Si bien en sus primeros partidos mostró destellos de su talento, en marzo de 2025 sufrió una distensión en el sóleo que lo volvió a sacar del equipo. Y lo más preocupante es que, desde entonces, no logró entrenar con normalidad.
El parte médico del Pity Martínez que encendió las alarmas
Según revelaron varios medios, el Pity presentó nuevas molestias musculares en la pierna izquierda, lo que obligó al cuerpo médico del club a bajarle la carga de entrenamientos y monitorear su evolución día a día. Desde el cuerpo técnico de Marcelo Gallardo ya se adoptó una postura clara: no apurar al jugador y priorizar su salud, aunque eso implique no tenerlo disponible por varias semanas más.
En paralelo, River deberá definir su lista de convocados para el Mundial de Clubes 2025, donde solo se permiten 23 nombres. Con esta situación, el Pity está más afuera que adentro de esa lista.
¿Y su futuro en River?
El contrato del Pity con River vence en diciembre de 2025, pero hasta el momento no hubo charlas para una renovación. Los dirigentes miran con lupa su rendimiento, y con apenas seis partidos jugados en el año, sin goles y con una sola asistencia, las señales no son alentadoras.
Sin un comunicado oficial, circulan versiones que indican que el propio jugador podría sentarse a hablar con Gallardo en las próximas semanas para evaluar su situación. La falta de continuidad, sumada a las exigencias del calendario y a un plantel cada vez más competitivo, le obligan a tomar decisiones.
Desde su entorno, aseguran que su deseo es seguir en River. Pero todo dependerá de cómo responda su físico. Porque en la cancha, el Pity ya demostró que puede marcar diferencias.
