River al acecho: Maxi Salas reaviva el fuego y complica a Racing

A pesar de que tenía todo arreglado para seguir en la Academia, el jugador quiere ser dirigido por Gallardo, y River acelera a fondo por él.
Con la cabeza de Gustavo Costas ya en los octavos de final de la Copa Libertadores y con la planificación del segundo semestre en marcha, Maximiliano Salas había acordado de palabra una mejora salarial y la extensión de su contrato en Racing. Un acuerdo que, en silencio, celebraba la dirigencia encabezada por Diego Milito. Sin embargo, hubo un giro en la novela que encendió las alarmas en el Cilindro.
Marcelo Gallardo, el entrenador de River, decidió reactivar una vieja obsesión: llevar a Salas al club de Núñez. El delantero de 27 años, figura clave en la obtención de la Copa Sudamericana 2024 y la Recopa 2025, fue seducido nuevamente por el Muñeco. Y esta vez, su respuesta fue distinta: le comunicó a Costas su deseo de ser dirigido por Gallardo.
River acelera a fondo por Salas
Racing había dejado clara su postura: no negociará con River. Pero el Millonario está dispuesto a romper el pacto de caballeros del fútbol argentino y ejecutar la cláusula de rescisión de 8 millones de euros limpios. Un gesto que no sólo pone en jaque la planificación de la Academia, sino que también podría generar un quiebre en las relaciones institucionales entre ambos clubes.
El contrato ya está preparado, y el propio Salas dio el visto bueno para avanzar. Incluso, según trascendió, ya habló con algunos futbolistas de River sobre su decisión. La única duda es si Racing finalmente aceptará negociar para evitar la vía directa o si el Millonario deberá ejecutar la cláusula, lo que haría aún más tensa la situación.
Salas llegó a Racing en diciembre de 2023 tras quedar libre en Palestino. Costas fue quien pidió su llegada y lo convirtió rápidamente en una pieza indiscutible del ataque, donde forma una dupla temible con Adrián Maravilla Martínez. En total, el correntino disputó 76 partidos y convirtió 13 goles con la camiseta de la Academia, ganándose el cariño del público.
Más allá de los números, lo que preocupa en Avellaneda es el mensaje que dejaría su salida. Salas había reclamado públicamente una mejora salarial tras los títulos obtenidos, y la dirigencia, pese a sus dificultades económicas, se la había prometido. Que ahora se vaya a River generaría malestar tanto en los hinchas como adentro del vestuario. Mientras tanto, en Núñez celebran en silencio por obtener un delantero con garra y entrega, en un muy buen momento de su carrera.